Por Fernando Miranda – Socio Director de Expertia Capital Group
Crear una empresa se construye alrededor de sus propias experiencias, capacidades y aptitudes. Por ello, antes de lanzar su proyecto debe aterrizar su sueño y contrastarlo con la realidad, debe hacerse varias preguntas.
Por ejemplo, si realmente tiene los conocimientos necesarios y la capacidad para llevar adelante su idea de negocio, y si está convencido de que puede ofrecerle al mercado un producto o un servicio a un precio competitivo.
En cualquier emprendimiento, así se tenga el plan de negocio más elaborado, el más estructurado, siempre existe un riesgo determinado. Para reducir el riesgo debemos tener una buena preparación, una adecuada evaluación del mercado, conocer quiénes están ofreciendo lo mismo (competidores), qué estrategia comercial usan, entre otros factores.
Las estadísticas indican que el 30% de las compañías no llegan a su primer año, porque no se preparan adecuadamente. Muchas de ellas se involucran en el negocio porque escucharon que era bueno, porque a alguien le iba bien o que ese sector daba mucho dinero; pero sin tener los conocimientos necesarios fracasaron.
Debe contar con herramientas estratégicas como visión, objetivos claros, bien identificados y definidos, así como el conocimiento de su público objetivo.
Una vez que esté operando el negocio, debe tener una administración adecuada, porque sin ello empiezan los problemas financieros por el desorden que se genera incluso con la Sunat, los proveedores y hasta con el mismo personal.
La falta de liquidez en muchos negocios los lleva al fracaso porque piensan que creciendo y vendiendo la empresa va a surgir, pero no se dan cuenta cómo están financiando esa venta, probablemente generando un crecimiento descontrolado.
Hay compañías que se pueden “ahogar” por falta de liquidez, simplemente por una mala administración de recursos.
Es importante evaluar si realmente se va a acomodar a un estilo de vida que es totalmente distinto al que ha podido tener si es que ha sido trabajador dependiente. Al iniciar un negocio, hay una sensación de soledad, no olvide que toda la responsabilidad recae en usted, a diferencia de un trabajo dependiente donde la responsabilidad es compartida y sostenida por una organización.
Probablemente tenga que realizar distintas labores que antes no hacía, como ir al banco, hacer su cola y cobrar un cheque, gestionar usted mismo algún trámite ante una institución pública. Recuerde que probablemente al inicio tendrá que hacer muchas cosas usted solo, desde la creación del nombre y promoción de la empresa hasta diversas actividades logísticas.
De otro lado, los horarios también son importantes, ya no hay una frontera clara entre su tiempo personal y su tiempo de negocio. Tiene que ser bastante organizado y responsable con el manejo de sus horarios, ya que ambos son importantes en su vida.
Trabajar de manera independiente genera un cambio importante en su estilo de vida desde el punto de vista económico, ya que su “techo” lo va a marcar usted mismo con el desarrollo de su negocio con el esfuerzo y el empeño que le ponga.
Probablemente sus empleados y proveedores cobraran antes que usted, hasta que se estabilice el negocio.
Es importante como emprendedor mantenerse feliz y orgulloso de estar creando algo propio, que tiene la libertad de ser creativo e innovador, que puede ser su sueño hecho realidad.
El emprendedor es una persona que observa en su negocio una oportunidad y, por lo tanto, tiene confianza en su capacidad para salir adelante.
Sobre el autor
Fernando Miranda:
Socio Director de Expertia Capital Group. Más de 10 años de experiencia en posiciones gerenciales en empresas de primer nivel, desempeñándose como Gerente Adjunto de la Banca Comercial del Banco Sudamericano, Gerente Adjunto de Banca Inmobiliaria de Scotiabank, Gerente de Administración y Finanzas de AUSA Operaciones Logísticas, Gerente Corporativo de Administración y Finanzas del Grupo Everandes. Abogado de la PUCP con Maestría de Administración de Empresas de la Universidad del Pacífico.
