10 hábitos para ser un mejor trabajador

9275

Por Elana Konstant – coach y consultora en desarrollo organizacional 

Todas las personas quieren ser respetadas y admiradas en su trabajo. No puedes controlar la opinión de los demás, pero sí puedes controlar tus acciones y el éxito que se derive de ellas. 

Establecer tu credibilidad requiere tiempo y esfuerzo. Aquí te dejamos 10 hábitos a dominar para que tanto tus compañeros como tus jefes y la empresa entera te consideren un buen trabajador:

1. Respeta a los demás

La mejor forma de ganarte el respeto de los demás es mostrándolo hacia ellos. Trata a todos, desde directivos hasta intendentes, con amabilidad y cortesía. Incluso cuando tengas que criticar el desempeño de alguien o despedir a un empleado, asegúrate de ser considerada y educada. Tal como lo dijo Maya Angelou: “La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará la forma en la que los hiciste sentir”.

2. Muestra lo que vales con seguridad

Recuerda que la seguridad en ti misma es contagiosa. Si crees en tu poder, otros van a creer también, sobre todo cuando demuestres que sabes lo que estás haciendo. Deja de cuestionarte y de pedir perdón por lo que dices.

Sé consciente del lenguaje que utilizas y habla con autoridad. Las poses de poder pueden ser muy útiles antes de entrar a una junta para que tu mente y tu cuerpo se concentren en lo que van a hacer.

3. Ábrete al aprendizaje

Reconoce lo que no sabes. Para crecer, necesitas reconocer tus limitaciones y atacarlas. Cuando los demás ven que eres humilde a la hora de hablar de lo que no sabes o no puedes hacer, suelen mostrarse más dispuestos a ayudarte y a colaborar contigo.

Cada cierto tiempo evalúa las áreas que necesitas mejorar siendo honesta contigo misma y con los demás. Esta humildad te ayudará para desarmar a tus colegas y convencerlos de tu valor.

4. Comunícate de manera efectiva

Deja de hablar y empieza a escuchar. La forma en la que escuches de manera activa y la forma en la que hables con tus compañeros determina una gran parte de tu éxito. Si quieres que alguien entienda y acepte un punto de vista contrario al tuyo, necesitas tener ese mismo comportamiento cuando te toque estar del otro lado.

Ábrete a escuchar los puntos de vista de los demás y luego expón el tuyo. Relaciona la información y los datos a tu historia para que la gente pueda ver cómo funcionan las cosas y se sientan más conectados contigo. Y el humor siempre ayuda.

5. Encuentra un mentor

¿Por qué vivir todo esto sola? Un buen mentor puede ser un gran recurso para tu crecimiento en una empresa. Tu mentor no tiene que ser más grande, ni siquiera tiene que estar en la misma industria.

Busca alguien a quien admires, respetes, y a quien puedas acudir para buscar consejo. Estas relaciones pueden fortalecerse con el tiempo o ser un servicio a corto plazo, dependiendo de las necesidades y de la conexión que tengan.

6. Administra tu tiempo

Intenta que la gente te perciba como una persona que siempre está un paso adelante, sin presumir de ello. Claro que se dice fácil, pero prepararte con antelación te permite tomar el control de la situación, independientemente de si es una junta, una cena con un cliente o una entrega.

Intenta usar una aplicación de pendientes para llevar un registro de tu tiempo y administrarlo de forma que siempre estés preparada y siempre llegues a tiempo. Nadie quiere sacrificar su capacidad para influir en los demás por llegar tarde o por no entregar las cosas a tiempo.

7. Pon límites

No te confíes de las confusas líneas entre lo profesional y lo personal. Aunque fomentar un ambiente cordial y ameno entre tus compañeros es importante para trabajar mejor, también lo es establecer parámetros entre esas relaciones.

La productividad y la eficiencia suelen decaer cuando los roles se confunden, haciéndose potencialmente tóxicos. Mantén las cosas en un nivel profesional y asegúrate de que la gente que trabaja para ti también lo haga. Ser la líder de un grupo disfuncional se ve igual de mal que ser la persona disfuncional del grupo.

8. Vístete apropiadamente

Por mucho que queramos creer que vivimos en un mundo en el que las apariencias ya no importan, la realidad es que no. La manera en la que te vistes y te presentas ante el mundo importa mucho más de lo que debería, sobre todo para las mujeres que se desenvuelven en una industria dominada por hombres. Conoce a tu audiencia y usa cada oportunidad para demostrar respeto a través de tu apariencia. Encuentra una forma de verte profesional sin sacrificar tu estilo y haz de ese look tu imagen de poder.

9. Arriésgate

Dile adiós a tu zona de confort. Todos sabemos que para ampliar tus capacidades necesitas ir más allá de lo que conoces. Hace falta disciplina y persistencia para establecer tus objetivos estratégicos, y conseguirlos requiere de trabajo duro. El crecimiento se desprende de la curiosidad, y los demás van a apreciar tu pensamiento progresivo. Incluso si fracasas, encuentra una forma de aprender y enseñar de esa experiencia. En palabras de Eleanor Roosevelt “todos los días haz algo que te de miedo”.

10. Construye equipos fuertes

Hemos escuchado incontables veces a los gurús de los negocios como Bill Gates y Sheryl Sandberg decir que la gente exitosa se rodea de gente exitosa, en la vida y en el trabajo. Incluso si estás en una posición de poder, la gente te va a juzgar en función de la gente que trabaja para ti.

Así que para entregar resultados fuertes, necesitas crear, de manera proactiva, una cultura sana y productiva entre tu equipo de trabajo.  Date el tiempo de apreciar la cooperación de todos y de reconocer los logros y el crecimiento que han obtenido.

Fuente: Entrepreneur

 

 

Comentarios