Por Ada Leyva, Regional Partner de Top Employers Institute, global partner Ries & Ries Southamerica y directora de IU.
Toda organización busca productividad y rentabilidad para su empresa, y la manera de hacerlo incide directamente en su reputación e imagen, facilitando y acelerando su crecimiento. De acuerdo con su estrategia empresarial y la cercanía que tenga al concepto de sostenibilidad (más relevante que nunca), creará valor económico, medioambiental y social, contribuyendo al bienestar y al progreso de clientes; internos, externos y su entorno en general. Mantengamos en mente los conceptos de reputación e imagen para entender el siguiente análisis.
En la coyuntura actual de pandemia global y depresión económica, el trabajo home office, relativamente nuevo en el Perú y algunos países de Latinoamérica, las empresas requieren priorizar esfuerzos y desarrollar nuevas estrategias en la gestión de personas. Para optimizar la gestión de RRHH es vital aportar valor de marca interna de manera tangible, posicionándose en empleados y candidatos. Así como enfocarse en su Propuesta de Valor Empleadora – PVE o Employee Value Proposition (como se le conoce en inglés), la cual debe renovarse ante los cambios que atravesamos.
Ambas, la marca interna y la PVE, son las herramientas más poderosas que tiene una organización en épocas de crisis, las cuales deben ser desarrolladas de manera integral. Estas inciden en dos de los indicadores más importantes para RRHH: motivación y clima. Ambos impactan en un indicador superior: el compromiso.
¿Por qué es tan importante esta palabra? Porque un empleado comprometido, enfrenta los cambios de mejor manera, poniéndose la camiseta de la empresa por convicción. Hoy vivimos en un permanente estado de cambio y en tiempos de cambio solo las personas verdaderamente comprometidas son las que sacan las cosas adelante. Respecto al home office por cuarentena, en estos tres meses, ¿qué dicen los empleados que podría afectar estos indicadores? Encontramos respuestas positivas como “estamos sorprendidos que de repente todos podemos trabajar desde casa, sin problemas, habíamos luchado para por poder hacerlo durante años, sin éxito, y en esta coyuntura se aceleró el cambio”.
Así también respuestas negativas: “hoy trabajo desde casa más horas y termino mucho más tarde que cuando estaba en la oficina”, ”mi jefe quiere que este pendiente todo el día”, “trabajo incluso todo el fin de semana y ya no tengo tiempo propio”.
Este sentir generalizado de insatisfacción es negativo para la organización, los empleados le comentan a todo su entorno. Atenta contra el buen clima laboral, afectando la reputación e imagen de la empresa. De este clima depende la motivación, de la cual a su vez depende el compromiso, el motor de la productividad. Visto de este modo, si la productividad está siendo afectada por agobio de los trabajadores, hoy la rentabilidad de la empresa podría estar en riesgo. Sin duda es una gran oportunidad para que las organizaciones renueven su estrategia integral de Marca Empleadora.
Sucede que el home office se implementó hace más de una década en distintos continentes, funciona muy bien. Las empresas y colaboradores han logrado un equilibrio casi perfecto entre los tiempos personales y laborales. Sin embargo, en varios países de nuestra región, sucede lo contrario. Se perdió la flexibilidad laboral ganada no hace mucho, una de las acciones de la empresa más valoradas por los trabajadores. Si otorgar mayor flexibilidad laboral y mayor tiempo libre, – de acuerdo con estudios antes de la pandemia- lograba mayor productividad y que la personas desarrollen nuevas ideas, ¿qué podemos esperar en esta coyuntura actual?
En muchas empresas locales, las acciones de RRHH, sus programas, beneficios, recompensas, reconocimiento, que integraban la propuesta de valor empleadora, parecen haberse suspendido en el tiempo o eliminado de la fórmula. Hoy la Propuesta de Valor Empleadora – PVE dejo de ser sostenible para muchas organizaciones. Está en riesgo el cumplimiento de la promesa de la marca interna para los trabajadores.
En la situación actual ¿como atraer y retener al talento, y como se puede mejorar el desempeño para generar mejores resultados financieros? Es un gran reto que hoy enfrentan los líderes de RRHH, que requiere abordar la problemática en toda su dimensión. Probablemente el primer gran desafío sea restablecer el equilibrio del balance de vida personal y laboral.
La problemática planteada apunta a la necesidad de las empresas de trabajar la marca interna y posicionarse como Marca Empleadora de excelencia, logrando un impacto positivo en sus trabajadores y el fortalecimiento de la posición de la organización. Es conveniente, entonces, observar que acciones han tomado los empleadores top del mundo. En esa mirada, vemos, que enriquecer el entorno laboral, impactando positivamente en la vida de sus colaboradores, ha sido una de sus prioridades en los últimos tiempos.
Estas compañías lograron superar en promedio sus índices bursátiles en un 37,5% en los últimos 5 años y la valorización del precio de sus acciones ha sido 8 veces superior a la media de mercado. Tienen una rotación 33% menor comparada con la media de empresas no certificadas.
Estas empresas comparan las mejores prácticas globales de recursos humanos de su industria para tomar decisiones estratégicas en su sector. Obtienen reconocidas certificaciones reconociendo su excelencia en la gestión de personas y además utilizan el sello distintivo que garantiza y respalda su gestión como marca empleadora.
En ese proceso de certificar la excelencia de la gestión de RRHH de la empresa, la organización podrá disponer de los elementos necesarios para replantear su propuesta de valor como marca empleadora. Pero debe ir más allá de la propuesta económica, prestaciones, beneficios, y como definirá el desarrollo profesional.
Debe incorporar los nuevos elementos que renovará la cultura empresarial, mejorando el clima laboral. Sus actividades y todo lo que le ofrece a sus empleados, definen a la empresa que cautiva al talento y logra que alcance su mejor desempeño. Deberá además responder a la situación actual y solucionar los vacíos que se han generado. En el home office, por ejemplo, la gestión del tiempo, la sobre carga laboral y el efecto casacada, los recursos de trabajo en casa. Incorporar nuevos valores, la comodidad, muy apreciada, y alinear su nuevo mensaje en la comunicación interna, para su posicionamiento de marca.
Será necesario que la marca interna, aporte valor, tanto a colaboradores como a candidatos, y haga muy tangible la visión y misión en todas las áreas de la empresa, consecuentemente elevando los niveles de compromiso y gestionando la fidelidad de sus clientes internos. Al lograr la identificación de los diferentes segmentos de colaboradores, logrará resolver posibles diferencias generacionales y mejorará la comunicación interna. De acuerdo con los especialistas en gestión del talento, la marca interna es uno de los temas tendencia de las áreas de RR. HH que continuará en los siguientes años. Su adecuada gestión logrará el impacto positivo para cautivar a los colaboradores y atraer a los candidatos de talento.
Fuente: MBA y Educación Ejecutiva
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