¿Cómo aplicar una gestión de cambio y no fallar en el intento?

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Tomar medidas de cambio que se adecuen a las nuevas exigencias y tendencias de un mercado cada vez más versátil, afianza la supervivencia de un negocio y mantiene su capacidad competitiva.

Debido a la crisis política que merma el pulso económico del país, las empresas buscan nuevas estrategias para seguir siendo competitivas y blindarse ante un panorama inestable. Sin embargo, un gran número de empresas desconocen cómo detectar la necesidad y cómo prepararse para hacer frente a un proceso de cambio, por esta razón, se sugiere tomar en cuenta las demandas internas y externas, para que su implementación sea un desafío totalmente alcanzable.

El cambio ya no es una opción, es una necesidad

Ante un mercado volátil, el empresario debe ser consciente que la necesidad de adaptación de manera anticipada y proactiva, es clave para mantenerse vigente. Un cambio que no se detecta a tiempo puede comprometer gravemente sus capacidades competitivas, por lo que es imprescindible aplicar un monitoreo de las tendencias de su industria, la competencia, tecnología, regulación y del comportamiento de sus consumidores.  

Francisco de Cárdenas, Chair de Vistage, recomienda que la gestión de cambio debe partir de un diagnóstico para identificar lo que está mutando, cómo nos está afectando y qué se debe priorizar. Esta puede iniciarse escuchando tanto a los clientes como a los colaboradores de tu empresa, así se fortalecen los vínculos entre el público externo y el interno. En muchos casos, este nexo tiene información de primera mano de lo que está ocurriendo en el mercado.

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Adaptación del personal

La gestión del cambio en una empresa es uno de los procedimientos más complejos a nivel corporativo, porque requiere la participación de todos los niveles de la organización en la reestructuración de estrategias y redefinición de las acciones, con el objetivo de satisfacer las necesidades actuales del mercado.

El ser humano por naturaleza es adverso al cambio, alterar su rutina suele asociarlo más a una amenaza que al de una oportunidad y genera cierto descontento o poca adaptabilidad, por ello, es importante que las personas que lideran una transición, apliquen herramientas efectivas en tiempo, recursos y que consideren el estado emocional de los colaboradores. 

De Cárdenas sugiere que el equipo de trabajo entienda la necesidad del cambio y que se sientan escuchados para sentirse parte de ello, así puedan proponer u opinar, más allá de que no es su responsabilidad de tomar la decisión final. “Es importante articular sistemas de participación en todas las áreas, de tal forma que nadie se sienta sorprendido o intente oponerse al cambio. Mientras se tomen decisiones y ejecuten las nuevas acciones, se requerirá un seguimiento cercano de su implementación y reforzar los comportamientos deseados, así como detectar y corregir los no deseados”.

Estrategia para una gestión de cambio

Para realizar un plan estratégico de gestión del cambio se requiere una preparación integrada en los procesos antes, durante y después de la ejecución. A continuación, el experto nos otorga algunas recomendaciones para su implementación:

  • Formalizar el proceso de innovación, más allá del tamaño de la empresa y de su grado de profesionalización.
  • Identificar agentes de cambio, gente dispuesta a proponer nuevas ideas y ayudar en su implementación. Incluso, incorporar en el proceso a quienes podrían oponerse a este proceso, de tal manera que, si son parte de la solución, no puedan ser parte del problema.
  • Lanzar proyectos de identificación de puntos de avance potencial, priorizarlos e iniciar con lo más fáciles, que permitan obtener pequeñas victorias que alienten a todos para seguir ese camino.
  • Incentivar el liderazgo y afianzar la responsabilidad de los altos ejecutivos de la compañía en la toma de decisiones, venciendo resistencias internas.
  • Comunicación constante y bidireccional en todas las áreas, para que todos los colaboradores se sientan parte del cambio.

De Cárdenas añade que, para que un proceso de cambio sea exitoso, debe centrarse no solo en la acción a tomar, sino en la gente involucrada. Se necesita generar el ambiente adecuado mediante relaciones de confianza donde se escuche y tomen en cuenta diferentes opiniones. En este caso, el rol de un líder en esta reforma es vital y es necesario recurrir a la ayuda externa de un experto en coaching y liderazgo.


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