Los candidatos también eligen al jefe

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Por Mónica Calvimontes – Gerente de soluciones de Ofisis – Capital Humano

En la época de nuestros abuelos, conseguir un trabajo y mantenerse en él hasta jubilarse era, con toda probabilidad, el mayor logro de un profesional. Entonces, tampoco importaba mucho la elección del trabajador o qué tan contento se sentía en la empresa; había que estar agradecido por la oportunidad y por el salario estable de cada fin de mes.

Con la revolución tecnológica y la globalización se abrieron un abanico de posibilidades en el ámbito laboral. Ya no importa demasiado el salario, sino las oportunidades de crecimiento que la empresa ofrece. Ahora ellos eligen y las organizaciones deben hacer lo posible para atraerlos y retener su talento.

La tendencia actual es aprovechar el proceso de selección para mostrar la “marca del empleador”, es decir transmitirle al potencial trabajador los beneficios y ventajas de trabajar en su organización.

El marketing del reclutamiento

Este empieza desde la forma en cómo la empresa anuncia las ofertas de empleo: vía redes sociales, mediante concursos de talentos o cualquier forma que evidencie los valores de la empresa. Con el proceso de selección llega la prueba de fuego: el candidato contrastará la información que tenía de la empresa con la experiencia real.

Utilizar las mismas pruebas psicotécnicas en un salón helado y atiborrado de personas u obligarlo a asistir de forma presencial a cada una de las etapas del proceso puede espantar al candidato. Las empresas que utilizan procesos tecnológicos de selección dan la posibilidad de realizar las pruebas online, con resultados inmediatos.  

La entrevista presencial todavía sigue siendo importante. El empleador deberá preparar muy bien la entrevista, tomarse su tiempo y demostrar capacidad de escucha. Esto aplica también para los jefes que realizan la entrevista vía Skype.

Es vital explicarle al candidato las posibilidades de crecimiento que le ofrece la empresa: viajes, capacitaciones constantes, flexibilidad laboral, tecnología de vanguardia, entre otros. Así como también explicar la posición de la empresa, sus logros, clientes y cualquier dato que demuestre el liderazgo que esta posee.

No olvidemos que en esta época de guerra de talento cualquier detalle cuenta: cómo está dispuesto el lugar de trabajo, el trato del futuro jefe, el retraso para tomar la entrevista, los gritos que se escuchan alrededor, la tecnología, etc. La empresa debe mostrarse como el mejor candidato para conseguir el mejor talento.

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