Según el padrón hecho público por la Sunat, al cierre de febrero de este año, más de 144.000 empresas estaban inscritas como emisores electrónicos en el Perú. Una cifra que multiplica más de seis veces el número de empresas (20.781) seleccionadas por el ente recaudador para facturar electrónicamente de forma obligatoria.
El director de marketing de Seres para América Latina, Alberto Redondo, indicó que el 85% de esas 144,000 empresas utiliza la factura electrónica bien porque han sido “arrastradas” por las que están obligadas o simplemente porque así lo han decidido al entender que es bueno para su empresa y su negocio.
“Está claro que las empresas peruanas ven la factura electrónica como una oportunidad para mejorar y optimizar sus procesos, reducir sus costos y ser más competitivas. Tanto el crecimiento en los últimos años como el alto número de emisoras inscritas de forma voluntaria demuestran que el Perú es un mercado favorable a la factura electrónica”, dijo.
Según el especialista, la Sunat lo está haciendo muy bien “y este es el resultado: que las empresas peruanas, obligadas o no, son conscientes de los beneficios que aporta el uso de la factura electrónica y la están usando”.
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Si a estas empresas se les suman las obligadas a facturar electrónicamente a partir del pasado 1 de enero, de acuerdo con la Resolución 246-2016/Sunat, al cumplir con ciertas conductas tributarias, el porcentaje total de las empresas obligadas respecto al total de las inscritas como emisores electrónicos, se sitúa en torno al 15%.
Proceso en marcha
El camino a la masificación del uso de la factura electrónica sigue avanzando, pues actualmente la factura electrónica es obligatoria para la mayoría de las grandes empresas y los principales contribuyentes a nivel nacional y, según indica la Sunat, a lo largo de 2017 y 2018, seguirá incorporando al resto de contribuyentes de régimen general.
Para empezar, está previsto que para el 1 de julio del 2017, todos los contribuyentes que tengan la calidad de agentes de percepción del impuesto general a las ventas también se incorporen a la obligación de facturar electrónicamente.