Las enfermedades diagnosticadas a los trabajadores, durante los últimos años, han estado relacionados en un 50 % al sobrepeso y 15 % a la obesidad.
La correcta implementación de un plan de salud ocupacional puede reducir en un 27% el ausentismo por enfermedad y en un 26 % los costos que deben asumir las empresas por la atención sanitaria que deben recibir sus colaboradores[1]. Según el Ministerio de Salud, la estrategia implementada en las empresas debe incluir acciones dirigidas a la promoción y protección de la salud de los trabajadores y la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades ocupacionales[2].
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De acuerdo con el Dra. Alessandra Dulanto, supervisora de las Unidades Médicas Empresariales (UMES) de Pulso Salud, durante los últimos años, los exámenes ocupacionales revelaron que las principales enfermedades desarrolladas por los colaboradores estaban relacionadas en un 50 % al sobrepeso y en un 15 % a la obesidad, “esto evidencia la urgente necesidad de llevar un control de la salud de estas personas que están en riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles”.
Es así que, según el informe de El Pulso de la Salud Ocupacional elaborado por Pulso Salud, se identificaron las tres principales alteraciones desarrolladas por el personal entre el 2020 y 2021, las cuales se detectaron durante sus exámenes médicos ocupacionales:
- Problemas de visión: Principalmente, trastorno de refracción, es decir, cuando el ojo no logra hacer un enfoque adecuado. Los más conocidos son la hipermetropía, miopía, astigmatismo y presbicia.
- Trastornos de alimentación: Básicamente por hiperalimentación, es decir, comer en exceso, ya sea por razones de estrés, ansiedad, depresión o algún malestar psicológico.
- Hiperlipidemia mixta: Este término se refiere al aumento excesivo del colesterol y los triglicéridos. Estas condiciones pueden ser fácilmente controladas con una alimentación saludable, ejercicios y, de ser necesario, con medicamentos. Sin embargo, de no hacerlo, pueden dar lugar a complicaciones como enfermedades cardiovasculares (angina de pecho, infarto de miocardio), accidentes vasculares cerebrales y trastornos de la circulación de las extremidades inferiores.
La Dra. Dulanto recalca que gran parte de las alteraciones comúnmente identificas son indicadores de alto riesgo para el desarrollo de otras condiciones médicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, entre otros. “Estas patologías tienen un gran impacto en la población económicamente activa, ya que afectan su salud y calidad de vida; además, interfiere en su rendimiento laboral. Por ello, es necesario que las empresas implementen programas de salud ocupacional integral, que preserven el bienestar de sus colaboradores y permitan mantener la productividad de la empresa y, por ende, que aporten al crecimiento económico de nuestro país”.
En Pulso Salud se asigna a profesionales altamente capacitados y especializados para elaborar y ejecutar planes de salud y vigilancia, que van desde las pruebas preventivas de Covid-19 y laboratorio, hasta el acompañamiento médico y psicológico.
[1] Informe El Pulso de la Salud Ocupacional. Pulso Salud. Perú. Último acceso: junio 2022.
[2] Manual de Salud Ocupacional. Ministerio de Salud. Disponible en: http://www.digesa.minsa.gob.pe/publicaciones/salud_ocupacional.asp#:~:text=La%20Salud%20Ocupacional%20a%20nivel,de%20accidentes%20de%20trabajo%20y. Último acceso: junio 2022.
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