Parece Papa Noel, pero no lo es. Su nombre es Clive Palmer, un empresario australiano que no ha tenido mejor idea para incentivar a sus trabajadores que regalar viajes a Fiji para 700 trabajadores y su familia. Las vacaciones incluyen una estadía en un resort y le han costado al empresario unos 10 millones de dólares.
Palmer es dueño de la refinería de níquel Yabulu, cercana a Townsville y también ha ofrecido autos Mercedes Benz a 55 de sus trabajadores.
"Los empleados han trabajado sin descanso desde julio de 2009, para que este negocio sea un éxito y ahora quiero recompensarles. La recompensa es para toda mi plantilla porque todos se lo merecen, dado que el año pasado la planta estuvo a punto de ser cerrada", dijo Clive Palmer, informó el diario "The Sydney Morning Herald".
Palmer compró el año pasado la refinería y desde entonces ha depositado toda su confianza en sus trabajadores. Los resultados no pueden ser mejores, puesto que, según comentó, "la productividad de la refinería ahora está por las nubes".