Mientras que en Lima Metropolitana, el empleo formal continuó desacelerándose durante los periodos de agosto a octubre, la población en edad laboral se incrementó en 129 mil personas, de las cuales el mercado solo absorbió a 41 mil y 22 mil pasaron a la masa de población limeña desocupada, la cual se incrementó en 7.6%.
Estos resultados reflejan que aparte de desacelerarse la creación de empleos en la capital, se agudizan las diferencias, ya que la ocupación que más creció fue la de personas más instruidas, sobretodo la de los técnicos (14%) y en menor medida los universitarios (3%), es decir que el empleo de los primeros creció casi 5 veces más que los segundos.
Por otro lado, la tendencia que se viene marcando en Lima es que “los empleos adecuados” han dejado de crecer, mientras que el “subempleo” esta en ascenso (24%), principalmente en aquellas personas que queriendo y disponiendo de más horas, pueden trabajar en jornadas semanales de menos de 35.
