Según expertos, diseñar actividades que estimulen y recreen los sentidos de los empleados dentro y fuera de los horarios laborales podría ser una buena opción aumentar la productividad en un equipo de trabajo.
Actualmente sólo empresas como Google o Facebook han sido las pioneras desarrollando este tipo de prácticas que brindan sentimientos de pertenencia en su equipo y de engagement con la empresa.
Hoy en día, unas cuantas corporaciones ya han modificado sus rutinas de trabajo con el objetivo de motivar a sus colaboradores, hay desde las que se enfocaron en modernizar algunos espacios instalando mesas de billar, sofás y pequeñas cafeterías, hasta las que se dieron a la tarea de adecuar camas y sofás en una zona de siestas.
Sin embargo, para llevar a cabo esta idea se tienen que estipular cumplimientos de objetivos que se persigan a través de la participación en este tipo de actividades, y que los trabajadores estén alineados con las metas a gran escala que busca la institución.
Realizar este tipo de actividades debe de ser consecuencia una estrategia bien planeada para mostrar un mensaje claro. De esta forma, no sólo será fácil que todos participen, sino que también permitirá sembrarles la idea de que es una actividad para ellos y no sólo es para quedar bien, además se pretende hacerles sentir que sus opiniones son válidas y se les tienen en cuenta en las decisiones finales.
Entonces, ¿se recomiendan estas iniciativas? Por supuesto, pues los trabajadores tienen la posibilidad de desconectarse de la presión y el estrés que puede producir el trabajo. El punto clave en cualquier trabajo es evitar las imposiciones, dejar abiertas la posibilidad de participar, es importante alcanzar y generar esas actividades en función de esos fines y de las personas que vayan a participar.