Por Kon Leong – Cofundador y CEO de ZL Technologies Inc.
Potter Stewart, un juez de la Suprema Corte de Estados Unidos, una vez dijo «Ética es saber diferencias entre lo que tenemos el derecho y lo que es correcto de hacer». Las nuevas tecnologías de datos han desdibujado estos límites.
Las corporaciones ahora pueden recolectar una cantidad inusitada de información desestructurada (los datos creados por humanos, como documentos empresariales, correos electrónicos, mensajería instantánea y uso de redes sociales). Con tanta información a mano, el riesgo es que la privacidad sea sacrificada por el lucro.
¿Qué pueden hacer los gerentes para asegurar que la información que recolectan sus organizaciones sea usada éticamente?
Cada empresa y país tiene su propia cultura y definición de privacidad. Por ejemplo, la Unión Europea tiene Regulación General, que regula y protege la privacidad de la información de los individuos, mientras que Estados Unidos es más laxo sobre la protección de privacidad. Definir la expectativas de privacidad de su compañía puede ayudar a guiar las decisiones sobre temas de confidencialidad.
Muchas empresas han formado estos comités para ayudar a proteger la privacidad del empleado y al mismo tiempo mantenerse en línea con los objetivos corporativos.
Mientras recibe orientación del comité de regulación de información, puede comenzar a implementar mejores prácticas, como fomentar que los empleados limiten el uso de equipos y recursos corporativos asuntos oficiales. Dejar la información personal fuera de los correos electrónicos y equipos de la empresa cada vez que sea posible reducirá exposición innecesaria.
Los gobiernos y las agencias regulatorias han reconocido el poder de la información electrónica y han escrito leyes para proteger a los informantes. Los gerentes deben crear un espacio seguro para hablar sobre ética corporativa y fomentar la retroalimentación de los empleados para maximizar la transparencia y minimizar los peligros de casos de informantes. Crear un foro para que los empleados vociferen su opinión podría iluminar prácticas cuestionables que la gerencia no haya considero. Por sobretodo, los empleados nunca deberían sentirse silenciados o temerosas a decir lo que piensan.