Esta ansiedad laboral sabotea la concentración, genera inseguridad y provoca rechazo al trabajo, ya que sobrepasa el nivel mínimo de ansiedad que puede ser útil para mantenernos activados y focalizados.
La causa del estrés laboral se encuentra a menudo por la sensación del trabajador de no disponer de recursos para la ejecución de sus labores dentro de la organización. El ambiente laboral también tiene consecuencias directas en el bienestar de los trabajadores, los conflictos entre personas o departamentos generan desmotivación generalizada que afecta a cada miembro del equipo de trabajo.
El éxito profesional no asegura el éxito personal, básicamente bajo esta premisa se debe aprender a gestionar esa aceleración propia dentro del trabajo, y separarlo de la vida personal, porque a menudo las dificultades diarias afectan y causan una insatisfacción personal.
Debemos tomar en cuenta que estas preocupaciones excesivas pueden ser trabajadas para que el estrés no se apodere de ti en el trabajo, esto se puede realizar con voluntad y entrenamiento. Entre ellas podemos destacar:
- Blindar el tiempo dedicado al trabajo: En el horario laboral el tiempo se debe enfocar solo en las funciones en las cuales se desarrolla.
- Gestionar tu tiempo: Agendar dentro de la semana reuniones o actividades y no esperar a última hora, preparándose para cada una de ellas.
- Evitar distracciones: Realizar primero las tareas más importantes e ir terminando cada una para empezar la siguiente.
- Construye la agenda en torno a pocas actividades personales que consideras intocables: Estas te deben motivar a realizar tu tarea diaria y que no puedan ser cambiadas, así no sacrificamos nuestro tiempo personal.