Sea para asegurarse de retener a sus colaboradores más valiosos o para incentivar el logro de resultados en las diferentes áreas de la organización, las empresas locales están recurriendo con más frecuencia a una serie de beneficios que no están incluidos en los salarios de los colaboradores.
La extraordinaria variedad de estos beneficios y la capacidad de implementarse en cualquier área y tipo de trabajador son algunos rasgos que motivan a las empresas a utilizarlas. Pero, ¿cuál es el real impacto en la empresa y el colaborador? ¿Cuándo es el mejor momento para implementarlo? ¿Cómo implementar estos beneficios? ¿Es una herramienta clave en coyunturas de menor crecimiento económico como el actual?
Cada vez es más frecuente que las empresas ofrezcan a sus trabajadores una serie de beneficios que no están incluidos en su salario. Es decir, son beneficios adicionales que van más allá del dinero o remuneración.
En opinión de Álvaro de las Casas, Gerente General de Promotick Latin America, el objetivo de otorgar esas ventajas es elevar el salario emocional e incrementar el valor agregado de trabajar en la empresa. «Finalmente, lo que se busca es retener el talento interno mejorando la satisfacción y percepción de valor de trabajar en la empresa», afirma De las Casas.
En muchos casos, los beneficios más allá del salario tienen como propósito reconocer el rendimiento y la motivación del colaborador. Sin embargo, a mediano y largo plazos su impacto en el nivel de compromiso del trabajador para con la empresa es directo, ya que fortalece la fidelización. «Si el colaborador percibe que se le valora en la empresa y que se toman medidas para que se encuentre más a gusto, se sentirá comprometido con ella», indica O´Nelly Saavedra, Gerente de División Viajes de Incentivo de Coltur Viajes.
Pero, además de contribuir con la fidelización, para Abel Alomía, Jefe de Negocios de Tarjeta la Mágica, se trata de una herramienta importante que contribuye a apuntalar el clima laboral.
Amplia variedad
Existe una amplia variedad de beneficios que no forman parte del salario, pero su aplicación depende del tipo de empresa y de su visión acerca de sus colaboradores.
Entre los beneficios más comunes se pueden señalar a la política flexible de horarios y permisos que facilitan al colaborador, sobre todo a las madres de familia, atender las necesidades de sus hijos (como citas médicas, reuniones escolares, etcétera). Asimismo es usual que las empresas ofrezcan a sus empleados la posibilidad de trabajar desde sus casas en determinados días u horas (por ejemplo, cuando el tiempo de traslado hace imposible llegar a tiempo al centro de trabajo debido al tráfico vehicular habitual).
Otros brindan descuentos corporativos (subsidios) en diversos campos, como el del esparcimiento, salud, alimentación, educación. O se conceden asesorías gratuitas en el marco de convenios institucionales (legal, salud, psicológica, etcétera). Otro tipo de beneficio son las capacitaciones/talleres o becas educativas gratuitas.
«Están también las prestaciones alimentarias, regida bajo la Ley 28051. Esta es una de las mejores maneras de incentivar a los colaboradores, pues hace posible incrementar sus ingresos sin que la empresa se vea perjudicada, teniendo en cuenta que está exonerado de cualquier beneficio social», detalla Abel Alomía.
Más modalidades
Otras modalidades son los aguinaldos, que se entregan durante los meses de julio o diciembre, y los premios otorgados de manera especial en eventos diversos como onomásticos, aniversario de la empresa, eventos deportivos, etcétera.
Álvaro de las Casas indica que actualmente existe una mayor predisposición en las empresas por conceder beneficios que apuntan a mejorar la calidad de vida de los colaboradores y la de sus familias a través de clubes de descuentos y beneficios especiales. Todo ello a través de programas que confieren el acceso a diversos productos o servicios a precios especiales en categorías como útiles escolares, servicios médicos, educación, academias deportivas, ropa y calzado, entretenimiento familiar, gimnasios y spas, entre muchas otras.
«Estos clubes son generalmente organizados y administrados por empresas especializadas y utilizan la tecnología móvil, como el smartphone, para hacer su uso ágil y amigable», señala De las Casas.
Incentivos y reconocimientos
Como se ha señalado, entre los beneficios más allá del salario también se tienen a los programas de incentivos y reconocimientos diseñados para recompensar algún logro o resultado obtenido a corto plazo, ya sea de manera individual o colectiva. En este tipo de esquemas se establecen metas u objetivos de gestión que el colaborar, o el equipo, debe alcanzar y, dependiendo de ello, puede recibir desde un reconocimiento cualitativo (como un trofeo, diploma, etcétera), hasta incentivos monetarios o algún otro tipo de recompensa (como puntos que luego puede canjear por premios, viajes, cursos u otros).
Este tipo de programas, señala Álvaro de las Casas, se organizan no solo para las áreas comerciales, también participan las áreas de gestión, como administración, contabilidad, producción, operaciones, etcétera. Lo importante es establecer metas claras para cada caso y medir adecuadamente la evolución de los resultados.
«Por ejemplo, para estimular el rendimiento de los colaboradores las empresas de diversos sectores están recurriendo con más frecuencia, y con resultados satisfactorios, a los viajes de incentivos», refiere O´Nelly Saavedra.
Los viajes de incentivos son medios de reconocimiento orientados a los colaboradores internos y externos (fuerza de ventas) que, por ejemplo, hayan alcanzado o superado las metas trazadas por la compañía por un período determinado de tiempo. A decir de Saavedra, los viajes de incentivos son programas muy efectivos porque generan colaboradores 100% identificados y comprometidos con los objetivos de la compañía.
Ventajas
En realidad, son varias las virtudes, para la el colaborador y la empresa, de las retribuciones que se otorgan al margen de las remuneraciones. Acorde a las características del beneficio, el valor que añade en el colaborador puede ser diferente. Por ejemplo, puede mejorar su calidad de vida a través de beneficios especiales en categorías de servicios y productos esenciales para sus familias; también ayuda a reforzar su autoestima y satisfacción a través del reconocimiento de sus logros profesionales; e igualmente mejora el valor percibido y la satisfacción con la empresa.
Según O´Nelly Saavedra, si los beneficios se diseñan de manera inteligente éstos impactan notablemente en la productividad del colaborador y, por lo tanto, en los resultados de la empresa. Para poner un ejemplo, en el caso de los viajes de incentivo, los colaboradores reciben la oportunidad de vivir una experiencia única llena de momentos inolvidables, lo que los lleva a reconocer el esfuerzo y los recursos que la compañía invierte en la planificación del viaje, lo que a su vez redunda en una mejor disposición hacia el trabajo.
«Actualmente, conforme se viene reconociendo a los colaboradores como el principal recurso de la empresa, la entrega de incentivos y beneficios encaminados a mejorar el clima laboral tiene repercusiones directas en la rentabilidad de los negocios», asegura por su parte Abel Alomía.
Además los beneficios más allá del salario tienen la ventaja de que son posibles de implementar para todo tipo de empleado, sin distinción de jerarquía, especialidad, cargo o tipo de empresa.
Si bien se recomienda que se aplique a todos los colaboradores, quizá en ciertos casos los planes de incentivo deban presentar algunas variaciones del beneficio de acuerdo al desempeño del colaborador o por consideraciones de meritocracia. «Sin embargo, todos deben percibir que la aplicación de esta política es justa, bien estructurada; y debe explicarse claramente todos los beneficios, basándose en indicadores, de acuerdo a las funciones y el puesto que cada colaborador tiene», considera O´Nelly Saavedra.
Siempre es un buen momento
Pero, la pregunta inmediata es: ¿cuándo es el mejor momento para recurrir a estos beneficios? En principio, se puede señalar que siempre es un buen momento para recurrir a este tipo de beneficios. No hay que olvidar que las empresas deben, de manera permanente, asegurarse de retener a sus colaboradores valiosos e incentivar el logro de resultados en las diferentes áreas de su organización.
En la misma línea, tal como lo hace notar Álvaro de las Casas, es importante recalcar que no solo el salario es parte de la ecuación de valor que las compañías ofrecen a sus colaboradores, también es imprescindible reforzar el salario emocional, el reconocimiento y la motivación de la organización.
O´Nelly Saavedra sugiere que los beneficios que apuntan a incentivar el logro de resultados deben de establecerse de manera permanente a través de un plan anual.
«Además, la empresa puede implementar estos beneficios en su estructura de pagos sin que le genere cargas administrativas, financieras y logísticas», complementa Abel Alomía.
A tener en cuenta
Las empresas que decidan echar mano de estos beneficios deben de considerar, en primer lugar, que lo ideal es recurrir a una firma especializada en el desarrollo de este tipo de programas. De este modo, esta firma los va a ayudar a estructurar las soluciones más adecuadas para su organización y enseñar el soporte que requiere la gestión del día a día.
«En este sentido, el know how es súper importante ya que un programa mal implementado puede ocasionar un efecto contrario al que se busca», anota Álvaro de las Casas.
Si no desea recurrir a una firma especializada, la empresa que desea implementar estos programas debe, para comenzar, tener claro cuáles son los grupos humanos con los que cuenta a fin de diseñar políticas adecuadas y que éstas, además, sean de interés para el colaborador.
«Otro punto a considerar es el establecimiento de la meta u objetivo para la aplicación del beneficio o incentivo. El objetivo debe ser realista y alcanzable. Estos aspectos son claves para lograr una real motivación», sugiere O´Nelly Saavedra.
Se debe tener en cuenta que al establecer los incentivos o beneficios para los colaboradores, la empresa no tiene por qué incurrir en mayores costos, ya que éstos son considerados dentro de las metas que la empresa establezca.
No menos importante, refiere O´Nelly, es desplegar una comunicación clara y permanente, de tal manera que los colaboradores puedan medir el avance logrado y enfocarse en el cumplimiento de la meta. De hecho, muchas empresas incluyen un plan de comunicación bastante agresivo entre sus colaboradores para generar mayor expectativa y esfuerzo en el logro de los objetivos.
Los más comunes
En el ámbito local, entre los beneficios que más han comenzado a calar recientemente están los clubes de beneficios y junto con ella una gran variedad de programas de reconocimiento e incentivo.
Entre éstos últimos, los viajes de incentivos están gozando de mayor receptividad por parte de las empresas, sobre todo de aquellas que están buscando nuevas formas de motivar a sus colaboradores. Particularmente porque son programas que se pueden aplicar a todas las áreas de las empresas, ya que las metas pueden estar ligadas a objetivos comerciales, de productividad, de excelencia en servicio al cliente, entre otros.
«Muchas empresas de diversos rubros (farmacéutico, automotriz, construcción, banca, seguros, etcétera) premian con viajes a sus equipos administrativos, de atención al cliente, colaboradores de planta, entre otros», anota O´Nelly Saavedra.
En opinión de Abel Alomía, en las empresas peruanas están también difundidas las prestaciones alimentarias, premios y subsidios de gasolina, entre otros.
Gran impacto
Lo interesante de los beneficios que no forman parte del salario es que su impacto es determinante en contextos de menor crecimiento económico, como el que atraviesa el país actualmente. O´Nelly explica que, en la experiencia internacional, las empresas que han mantenido sus programas de beneficios e incentivos en períodos de fuerte desaceleración económica, son las que han mostrado un mejor desempeño en producción y ventas. En efecto, cuando el mercado se pone cada vez más complicado, son estos programas los que hacen la diferencia.
«Otro punto importante es que, aún en situaciones económicas adversas, permite mejorar el ingreso de los colaboradores sin generar sobrecostos laborales a las empresas», destaca Abel Alomía.
Ahora, más allá de la actual coyuntura económica adversa, si de lo que se trata de retener al talento, los beneficios constituyen una herramienta importante en todo momento. «Sin duda, el reconocimiento y el valor agregado forman parte esencial de la ecuación de valor que un colaborador percibe de su empleador», añade Álvaro de las Casas.
Por último, qué duda cabe que en las empresas preocupadas por la gestión, retención y motivación de su talento humano, los beneficios seguirán siendo una herramienta muy importante para generar identificación y sentido de pertenencia con la compañía.