El año pasado, el teatro de comedia y Escuela Upright Citizens Brigade (UCB) se transformó en el epicentro de un debate sobre agresiones, acoso y cómo se reportan estos hechos cuando el anfitrión de un programa regular fue expulsado tras ser acusado vía Facebook de violar a varias mujeres.
A partir de este mes, en un intento por conseguir que más gente presente denuncias formales, UCB ofrecerá Callisto, una aplicación para informar acosos y agresiones, a sus empleados, alumnos y artistas en ambas costas. “Queremos resolver las inquietudes cuando se nos presenten”, dijo Alex Sidtis, el director administrativo en Nueva York.
Informar un incidente es la reacción menos común de las víctimas de acoso laboral, según Patty Wise, una abogada laboral y de empleo que asesora a departamentos de recursos humanos de empresas sobre demandas por acoso sexual. La mayoría de las veces, dijo ella, las víctimas no hacen nada. Como las de UCB, temen represalias, dijo. Además, puede que no estén seguras de qué se entiende por acoso.
Es un problema generalizado y ninguna novedad. Un análisis de estudios desde 2008 descubrió que menos de un tercio de los que dijeron haber sido acosados en el trabajo lo reportaron alguna vez, y sólo entre un 2% y un 13% presentó una denuncia formal en el departamento de recursos humanos o una entidad externa.
Para UCB, Callisto fue atractiva debido a una función que pretendía apaciguar la renuencia de las víctimas a convertirse en las primeras en acusar a alguien. Muchas víctimas no quieren informar sobre acoso o agresiones porque creen que podría haber sido un incidente puntual o no están seguras de que lo que vivieron haya sido una agresión.
Callisto les permite registrarlo sin informarlo oficialmente; luego, si otra persona reporta al mismo agresor, se notifica a los dos denunciantes y se les pregunta si quieren denunciar la agresión.
El anonimato podrá hacer que más personas denuncien, pero las aplicaciones que prometen eso no dejan de preocupar a Wise, la abogada laboral, tanto como las líneas directas. Ella sugiere a los empleadores que ofrezcan varias formas de reportar conductas inapropiadas y capaciten a los trabajadores para que sepan qué hacer si lo presencian.
“Todo empleador tiene el deber de investigar una denuncia de acoso”. “Con las líneas para informar de forma anónima, existe la posibilidad de que como la persona desea mantenerse anónima, no aporte suficientes datos para que un empleador sepa cuál es la situación o cómo enfrentarla”. Finalizó.