Es natural que les caigan mejor unos colegas que otros. Pero cuando usted es el jefe, tratar diferente a los subordinados directos (y especialmente tener favoritismos) es imprudente e injusto.
Para asegurarse de no dar a nadie un trato especial, divida de forma equitativa las tarea. Lleve un registro de a quién llevo a la ultima presentación de alto nivel y quién lideró el último gran proyecto.
Cosas simples, como rotar al líder de las reuniones grupales semanales, puede ayudar a proyectar justicia.
Sea tan exclusivo como pueda. Cuando esté eligiendo un equipo para trabajar en un proyecto nuevo, pregúntese:»¿Puedo agregar un puesto más, aunque sea una función menos?».
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