Una compañía pensada para la mujer

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Por Enrique Valcke – Director ejecutivo de HR Avon Andino

Esta es una época de grandes cambios en los aspectos sociales, económico y organizacional. Se puede observar a nivel global, así como en el tipo de negocios que crecen y se fortalecen a nivel local, donde algunos logran acercarse más a las necesidades de sus clientes y consumidores.

En cualquiera de estos ejemplos, el entender la realidad de su retorno y la relación que este tiene con su razón de existir marca una diferencia respecto de su supervivencia. Para las compañías que realmente piensan en la mujer, entender su rol en la sociedad y la importancia que para ellas juega la independencia económica, el empoderamiento, la salud y el bienestar en general les permite llegar a ellas como trabajadoras, líderes, vendedoras y consumidoras, de una manera coherente.

Esto se construye desde diferentes ámbitos. Uno de los más importantes es la cultura organizacional, sostenida en valores que trasciendan el trabajo y sean más una forma de vida para los que decidan compartir ese camino. En este tipo de culturas todos son conscientes del impacto que sus decisiones y acciones tienen en la sociedad. Del poder que sus palabras, juicios y acuerdos generan en la satisfacción de todos.

Las estructuras en las organizaciones de hoy son altamente interdependienrtes. Por eso es importante asegurarse de que los perfiles que se traen estén alineados con su fin. Que esos perfiles busquen a través del trabajo en equipo el bienestar de los demás. Que sean conscientes de las personas más importantes de su compañía no son el presidente ni la gerencia general, sino las vendedoras y consumidoras, ya que la organización solo existe por ellas.

Por lo anterior, juega un rol determinante el ser responsables por los resultados, tener el coraje de retar el statu quo, ser abiertos a nuevas ideas y tomar decisiones, pero sobre todas las cosas, inspirar.

Cada uno de nosotros es un modelo a seguir. Nuestras acciones y palabras determinan la manera en que las compañías son vistas en cada país donde actúan. Cada momento de verdad con una vendedora o consumidora pone a prueba esta razón de existir y marca la diferencia con otras empresas con las que se compite por talento o negocio.

Una organización con este perfil y propósito debe ser consciente del tipo de talentos que tiene en todos los niveles, debe ofrecerles las mejores oportunidades de desarrollo, rodearlos de la mejor calidad de líderes en un ambiente donde el reconocimiento y el trabajo en equipo sean la base. Todo lo anterior sostenido por una plataforma impecable de servicios a los trabajadores.

El impacto de todo lo anterior se puede multiplicar si también es posible ofrecer un trabajo inspirador que empodere a las mujeres, una labor social que mejora el mundo en que vivimos. Y en ese proceso se crece profesional y personalmente.

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