El sueldo hoy no es la retribución más importante para los empleados. Actualmente es imprescindible la búsqueda de motivaciones emocionales para generar la mayor pertenencia y productividad posibles.
Cada vez, con más frecuencia, las empresas del mundo buscan conservar su recurso humano, fidelizarlo, a fin de asegurarle estabilidad y generar escenarios de desarrollo mutuo.
Para ello, es imprescindible identificar los mejores empleados.
Esto significa identificar quienes tienen mayores posibilidades de crecimiento en la empresa, aportando sus conocimientos proactivamente, tanto a los procesos como al resto del recurso humano.
El sueldo hoy no es el elemento de mayor motivación para un empleado. Si es bueno, tendrá mayores posibilidades de encontrar una nueva empresa que le brinde más beneficios y le aporte la posibilidad de crecer como profesional.
El enfoque debe estar en dar mayores motivaciones a sus empleados a largo plazo.
Es por esto que especialmente a los profesionales entre 30 y 45 años, que tienen hoy en día mayores posibilidades de empleabilidad, representan el mejor potencial profesional para una empresa.
Sin embargo, estos perfiles tienen algunos patrones de comportamiento en las empresas.
los que ni están motivados, ni se consideran lo suficientemente valorados, ni se identifican con sus actuales empresas, pero son por el contrario, los que forman parte del grupo que consideramos de élite", escribió en su artículo sobre Cómo evitar la fuga de empleados.
Es por esto que hoy en día un trabajo se considera mucho más que un lugar para ganar dinero y desarrollar su perfil profesional.
Es importante que la empresa sea consiente de lo que implica individualmente para cada empleado su lugar de trabajo; hacerlo sentir cómodo y confiado de aportar nuevas ideas para mejorar sus procesos.
El salario emocional, por tanto, es dar a sus empleados una vida óptima, en donde las dinámicas laborales se combinen perfectamente con su tiempo libre así como las relaciones familiares y sociales.
Que se sienta cómodo y seguro de su lugar de trabajo. Es imprescindible que encuentre en estos espacios, un lugar al que pertenezca y se sienta afianzado con los objetivos, valores y políticas que lo involucran como persona y no sólo como empleado.
El secreto está en la motivación. Los factores que mayormente influyen son:
– La formación profesional que aporte la empresa. El aprendizaje.
– Que conozca lo que se espera de él.
– El poder de expresar sus ideas e inconformidades.
– Una buena relación y comunicación con su jefe directo.
– La posibilidad de contribuir en otras áreas.
– Oportunidades de ascenso.
– Buen ambiente laboral.
– Flexibilidad de horarios.
– Autonomía en sus labores.
– Reconocimiento positivo de los rangos superiores.
Es importante que la gerencia comprenda la importancia de las comunicaciones directas pues aportan seguridad y satisfacción a su recurso humano.
Los espacios de comunicación con los jefes directos, con los indirectos e incluso con personas de otras áreas, harán sentir al empleado más afianzado en cuanto a sus relaciones con los demás integrantes de la empresa.
Estas relaciones principalmente generan pertenencia y reafirman los valores empresariales entre los colaboradores.
La relación y comunicación con el jefe directo es especialmente importante, ya que de ellas dependen sus aportes, ideas y promociones a la hora de avanzar dentro de la empresa. Fomentar la participación de los empleados debe ser una prioridad para quien se hace cargo.
En realidad, para crear mayores herramientas de motivación entre los empleados, es necesario saber qué esperan de su empresa y así motivar la manera en que, cada uno individualmente, puede aportar al crecimiento común.
Estas son las empresas que tienen mayores ventajas competitivas y son más atractivas para los perfiles de mayor potencialidad.
Redacción Elempleo.com
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