Según el reporte Workforce of the future: the competing forces shaping 2030 de PwC, basado en una encuesta realizada a 10,000 trabajadores
El aporte de la tecnología no debe ser visto como una competencia que cubrirá las posiciones de los colaboradores, sino como un aliado para mejorar procesos. Sin embargo, existe un gran número de personas que creen que serán reemplazados por las máquinas.
La mayoría de trabajadores considera que la tecnología mejorará sus perspectivas laborales(65%), según reveló el reporte Workforce of the future: the competing forces shaping 2030 de PwC, basado en una encuesta realizada a 10,000 trabajadores en Reino Unido, Alemania, China, India y Estados Unidos.
En total, casi tres cuartas partes de los trabajadores que participaron opinan que la tecnología nunca reemplazará a la mente humana (73%), y la gran mayoría (86%) indica que las habilidades humanas siempre estarán en demanda.
Aunque los encuestados opinaron positivamente sobre el impacto de la tecnología en el mercado laboral (con el 37% entusiasmado sobre el futuro del trabajo), todavía existe la preocupación de que la automatización ponga en riesgo algunos puestos.
En general, el 37% de los encuestados cree que la automatización podría ser negativa, mientras que más de la mitad (56%) piensa que los gobiernos deben tomar medidas necesarias para proteger los trabajos del impacto negativo que pueda tener la automatización.
En respuesta al cambiante panorama laboral, casi tres cuartos de la fuerza trabajadora mundial (74%) estarían dispuestos a desarrollar nuevas habilidades y reinventarse para hacer frente a los avances tecnológicos. Así mismo, el reporte encontró que los trabajadores consideran que mantenerse actualizados en sus habilidades sería su responsabilidad, no de sus empleadores.
También, el informe presenta cuatro posibles escenarios del mercado laboral mundial hacia el 2030, considerando el impacto de megatendencias globales, la inteligencia artificial, la automatización y el aprendizaje automático sobre el trabajo:
- Mundo rojo: La innovación es clave. Las organizaciones e individuos se apresuran por dar a los consumidores lo que buscan.
- Mundo azul: Las corporaciones a la cabeza. Las organizaciones se expanden y las preferencias individuales se imponen sobre las creencias de responsabilidad social.
- Mundo verde: Las empresas se involucran. La responsabilidad social domina la agenda, con preocupación por los cambios demográficos, el clima y la sostenibilidad.
- Mundo amarillo: Las personas al centro. Los negocios orientados a la comunidad prosperan y el capital de crowdfunding fluye hacia marcas éticas.
El reporte identifica cuatro posibles mundos muy diferentes entre sí; ninguno de nosotros puede saber con certeza cómo será el mundo en 2030, pero es probable que facetas de los cuatro mundos se materialicen en cierto modo y tiempo.