Así como la marca de una empresa o producto se debe forjar con logros, el branding profesional también, ya que es el conjunto de actitudes que parten del autoconocimiento, orientados a lograr objetivos personales y profesionales.
Para utilizar el branding profesional durante el proceso de búsqueda de empleo, el postulante debe partir de una autoevaluación que le permita reconocer sus principales competencias y valores diferenciadores.
Es decir, ventajas competitivas que sean atractivas para potenciales empleadores. Lo importante es lograr visibilidad en los diferentes canales de búsqueda de trabajo, en las reuniones con headhunters o en redes sociales, compartiendo datos que generan debates entre profesionales del sector.
Los expertos remarcan que los reclutadores valoran mucho el branding profesional de los candidatos, pues brinda una aproximación de la personalidad, la conducta y la cultura de la persona. Las empresas les exigen a los reclutadores identificar candidatos que comulguen con la cultura corporativa de sus negocios.
