En el Perú, el 55% de la población económicamente activa se localiza en la costa, lo que equivale a más de 9.5 millones de personas, y según un informe del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), 10 de las 14 principales ciudades de esta zona enfrentaron caídas en las cifras de empleo formal en febrero, en las que se incluye a Lima Metropolitana.
Tal como se muestra en el gráfico, son 10 meses en los que el empleo formal en Lima Metropolitana observa una caída. En el caso de febrero, fue de 0.5% respecto al mismo mes del año pasado.
Ello se debe a un descenso en la actividad empresarial en los sectores extractivos, como agricultura y minería (con una caída de 4.3%), así como en la industria manufacturera, que enfrentó una disminución de su actividad en 2.4%, debido a la menor demanda de sus productos y la disminución de las unidades productivas.
Este problema se observa en los sectores textil, conservas de pescado, producción de cacao, jabones y detergentes, calzado, estructuras metálicas, energía, entre otros.
El panorama se repite en las demás ciudades del interior del país,con un descenso en el empleo de 0.7% en promedio en febrero, comparado con el mismo mes del 2017.
Nuevamente, la caída se debe a una menor actividad de la industria manufacturera (-2.2%) y en menor medida a una caída en hoteles, restaurantes, educación, consultorías, transportes, agencias de viaje, agencias aduaneras, entre otros.
En el caso de Lima, el mayor impacto se ha dado en las pequeñas empresas (de 10 a 49 trabajadores), mientras que en el interior del país el impacto se observó en las empresas con más de 50 trabajadores (con una caída de 1% en febrero).
En suma, el empleo formal en las zonas urbanas del país cayó 0.5% en febrero, acumulando ocho meses consecutivos de caída. Así recibe el sector el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Christian Sánchez.
Expectativas de empleo
A pesar de este contexto, Miguel Jaramillo, investigador principal de Grade, proyectó que para este año se revertiría la tendencia negativa. Pero subrayó que aun cuando la economía adquiera mayor dinamismo (el BCR prevé que el PBI crezca 4% este año), vamos a ver tasas del empleo formal “modestas”.
Por ello, indicó que “con suerte” este año la generación de puestos de trabajo crecerá por debajo de 1%. Hay que indicar que el año pasado el empleo se contrajo en 0.1%, según las cifras del Ministerio de Trabajo, en un contexto en el que el PBI se incrementó en 2.5%.
“Si bien la actividad económica no es tan dinámica, las tasas de crecimiento de la economía no han llegado a niveles negativos. Sin embargo, vemos que el empleo sí está cayendo, particularmente el empleo formal. Mi impresión es que es una variable muy descuidada en las políticas (públicas)”, indicó.
En la misma línea, el economista Juan Carlos Odar, director gerente de Phase Consultores, remarcó que para este año espera una recuperación del empleo formal, pero probablemente llegando a niveles del 2016.
“No estaría creciendo, sino recuperándose”, anotó. Explicó que, si mejora la economía, estos resultados se trasladarían casi en simultáneo al empleo, pero teniendo en cuenta que, si hablamos de 1 punto más en el PBI, la generación nueva de empleo es alrededor de 0.4 puntos.
Ambos expertos coincidieron en que, aunque la generación de trabajo formal esté en azul este año, lo que va a sostener el crecimiento del empleo total será el sector informal.
Fuente: Gestión
