En Lima, el 75 % de jóvenes opta por trabajar informalmente debido a que no cuenta con la experiencia que exigen las empresas, según información de la Fundación Forge Perú.
Es así como muchos jóvenes aceptan labores que no están relacionadas en muchos casos a los estudios que tienen. Aunque, más allá de los conocimientos técnicos, los jóvenes pueden sacar provecho de sus habilidades blandas.
Silvana Cárdenas, country manager de Right Management Perú, explica que las empresas rescatan de esta generación la facilidad y voluntad de aprendizaje, sobre todo evidencian ganas y humildad para aprender. También señala que presentarse como innovador o inteligente digital, no sorprende a los empleadores debido a que son rasgos comunes de la generación Z o Y.
Según los estudios realizados por ManpowerGroup, entre las posiciones más difíciles de cubrir debido a la escasez de candidatos con experiencia y con suficientes habilidades técnicas son las de pilotos, chóferes y técnicos especializados.
Por otro lado, ante la necesidad de ganar experiencia, algunos candidatos aceptan oportunidades bajo la denominación de «practicas profesionales» sin recibir una remuneración por su trabajo.
Frente a esta situación la docente de la carrera de Psicología Organizacional de la Universidad ESAN, Mónica Cárdenas, explica que: «si se requiere el cumplimiento de horas y funciones, considero que estas deben ser remuneradas. El esfuerzo y tiempo dedicados a la actividad deben ser valorados y reconocidos».
Se debe considerar que los centros de estudio abren las primeras posibilidades a desarrollar actividades que podrían captar la atención de las empresas. Mónica Cárdenas explica que los alumnos buscan recomendaciones sobre cómo elaborar un CV y pedir apoyo en su búsqueda laboral.
«Incluso algunos profesores solicitan CV en clase para cubrir plazas en sus empresas», comenta Cárdenas.
