El liderazgo comienza por casa

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Por Mónica Berger – Gerente de Desarrollo de Talento de LHH Perú

«Señora, párese, ese es mi sitio», exigía, con furia, un niño de ocho años a una señora que, por edad, podría ser su abuela y que, además tenía un bastón recostado sobre la silla. Busqué con la mirada a los padres del niño, quienes presenciaban la escena sin hacer nada. Minutos antes aquel joven padre había estacionado su auto en el lugar reservado para personas con discapacidad. 

El mismo fin de semana, otro padre de familia llamó mi atención. Él recogía botellas vacías y otros desperdicios de la playa. Lo fueron imitando sus hijos y otros niños. 

Los líderes estamos siendo observados en todo momento, tanto en el hogar como en ambientes de trabajo. Los niños y jóvenes no quieren un líder que les diga qué hacer ni cómo hacerlo., quieren un líder que los inspire, los motive y sea un real ejemplo de vida. 

Comparto algunas reflexiones para convertirnos en ese líder que inspire: 

  • Sé consciente de tu responsabilidad como líder: teniendo que desarrollarte primero a ti mismo, para poder ser ejemplo, motivar y desarrollar a otros. 
  • Sé correcto e íntegro: en todo momento y ante cualquier situación. Recuerda que eres la misma persona en casa y en el trabajo, en el mundo real como en el virtual. 

«Hoy, más que nunca, los jóvenes solicitan feedback, comentarios positivos y sobre sus áreas de mejora». 

  • Genera credibilidad: el valor del líder está ligado a su transparencia y credibilidad. Solo así puedes lograr seguidores y atraer a los mejores talentos. 
  • Busca una conexión genuina: estimular conexiones posibilita que las personas seamos más comprometidas con nuestro trabajo. 
  • Sé empático: para lograr esa conexión, un líder necesita ser empático, ponerse en los zapatos de los demás, comprender lo que están sintiendo. 
  • Sé un buen comunicador: un líder compromete y alinea a su equipo, motiva e inspira, a través de la comunicación. Ten en cuenta que todo comunica y que más impacto genera la comunicación no verbal. 
  • Sé un buen comunicador: un líder compromete y alinea a su equipo, motiva e inspira , a través de la comunicación. Ten en cuenta que todo comunica y que más impacto genera la comunicación no verbal. 
  • Sé un buen oyente: serlo significa dedicación, esencial para generar confianza. Captar detalles y sutilezas de una conversación puede hacer la diferencia en una relación. 
  • Gestiona situaciones difíciles: es un reto de liderazgo y, muchas veces, tanto jefes como padres de familia huyen de estas situaciones. 
  • Regala retroalimentación: hoy, más que nunca, los jóvenes solicitan feedback, comentarios positivos y sobre sus áreas de mejora. No temas a las conversaciones difíciles, son necesarias; también en casa. 
  • Sé protagonista y ten coraje: todo líder necesita asumir la responsabilidad de su liderazgo con protagonismo y coraje. 

Fuente: Gestión

 

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