Por Montse Mateos, de Expansión
La edad no es excusa para algunos profesionales que están dispuestos a empezar una nueva carrera superado el ecuador de su vida. Con ello demuestran una capacidad de adaptación que, por ahora, no sirve para convencer a las empresas de su talento.
Imagine que accede a un proceso de selección en el que le piden que se descalce, que camine sobre una alfombra en un escenario y que despliegue todo su potencial tras un biombo que le separa de un público tan invisible como usted.
La sinfónica de Boston hizo eso exactamente hace unos años para seleccionar nuevos músicos. Esta audiencia a ciegas fue el detonante para incorporar mujeres a una orquesta en la que los músicos eran mayoría, y demostró que el talento no tiene género, edad, orientación sexual o estatus social. En este caso los candidatos fueron juzgados por su aptitud para el puesto: sus dotes musicales.
El contexto
Las etiquetas y los prejuicios que generan los candidatos en una primera impresión no tendrían por qué ser relevantes,pero lo son. Y si no que se lo pregunten a los mayores de 50 años que ven cómo son juzgados más por su edad que por el talento que aportan.
Aunque el año pasado un informe de la Fundación Adecco revelaba que el desempleo en este colectivo se había reducido en un 10%, hace unos meses otra de sus investigaciones concluía que los profesionales de Recursos Humanos no tenían en cuenta el 52% de los currículos de los trabajadores de más de 55 años.
Lo más grave es que las empresas parecen más preocupadas por la edad y otros condicionantes en la selección de sus candidatos que por su talento: el 63% de las organizaciones no está a favor de la implementación del currículo ciego, según la Guía del Mercado Laboral de Hays 2018, aunque el 68% de los trabajadores se declara partidario de ello.
Así las cosas no es de extrañar que, cada vez más, los profesionales que superan el ecuador de su vida estén dispuestos a trabajar como novatos, igual que lo hicieron en sus inicios, para regresar el mercado laboral.
Fuente: Expansión