El trabajo es el lugar donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. Por este motivo, es normal que se presenten conflictos entre compañeros. Por eso cuando se presenta un conflicto laboral importante nos afecta considerablemente y resulta difícil distinguirlo de nuestra vida personal.
Para resolver conflictos laborales es importante contar con una serie de estrategias y herramientas que nos permitan conseguir la paz en la mayor brevedad posible.
Los conflictos laborales puedes generarse por multitud de situación, falta de entendimiento, falta de comprensión, malos entendidos, etc. Pasar juntos muchas horas, bajo bastante presión y estrés provoca situaciones de tensión y en algunas ocasiones conflictos importantes entre compañeros.
Algunas claves importantes para que conozcas como resolver de manera eficaz conflictos laborales:
- Detectar el problema pronto y actuar con rapidez: si considera que existe un problema entre su plantilla actúa con la mayor rapidez y no espere que se resuelva por si mismo. Si no se resuelve un conflicto puede convertirse en algo mucho peor.
- Ver el problema con amplia perspectiva: cuando se genera un conflicto entre dos trabajadores suele repercutir en el resto de compañeros. Lo peor es cuando suscita adhesiones y se generan bandos que pueden dar lugar a un conflicto mayor. Por este motivo detectar el problema y actuar rápido es esencial.
- No imponer la paz: una solución equivocada es irrumpir entre una discusión, obligando a que se callen y sigan trabajando. Lo mejor es esperar al momento adecuado para reunirles y resolver el problema cuando estén tranquilos.
- Pensar en una solución: antes de reunirlos hay que informarse de la situación, entender el problema y buscar una solución. Es importante escuchar a los afectados sin tomar partido y hacerles entender que ambos tienen que poner de su parte para resolverlo.
- Atender solo al problema: si los empleados entrar en descalificaciones personales, hay que hacerles entender que el objetivo es resolver un problema de carácter laboral. Aceptar que es normal que existan diferentes puntos de vista, pero que no pueden dificulten el trabajo.
- Llegar a acuerdos y ponerlos por escrito: es importante es alcanzar un acuerdo que implique el compromiso de las partes afectadas. Del mismo modo trazar una serie de acciones y ponerles por escrito para que no puedan surgir dudas posteriores.
- Siga la situación de cerca: aunque parezca que el conflicto sea solucionado no hay que bajar la guardia y hacer un seguimiento periódico del éxito de la reunión y los acuerdos.