Un estudio de la Universidad del Pacífico pone la lupa en la discriminación durante la selección de personal en las empresas peruanas. Los empresarios, al mismo tiempo, tienen opiniones divididas.
¿Cuánto influye el sexo y la etnia en una contratación?
A continuación algunos ejemplos que muchos reclutadores piensan sobre un candidato en un proceso de reclutamiento y selección de personal.
“Yo creo que esta chica (la afroperuana), por ejemplo, su forma de repente de expresarse, su forma de, cómo te explico… hay posiciones, por ejemplo, en las que sí se requiere que la persona sepa tratar con gente, con VPs [vicepresidentes], por ejemplo, con directores, que no se sorprenda si un VP le dice ‘pucha, estuve el fin de semana en Cancún en mi casa de playa’ porque hay gente que te lo dice… y realmente te lo dicen… entonces, esta chica yo creo que si un VP le dice eso, va a poner su cara de ‘jamás he visto eso’”.
Un headhunter explica los criterios para elegir entre los candidatos, citada por el estudio “Representaciones sobre afro-descendientes desde la perspectiva de reclutadores de profesionales en el mercado laboral limeño”, de Liuba Kogan, docente e investigadora de la Universidad del Pacífico.
La sociedad peruana es discriminadora y tiende a encasillar a las personas de acuerdo con sus características étnicas. La IX Encuesta de Gerentes Generales de SE del 2013 arrojó opiniones divididas respecto a si existe o no discriminación por origen étnico en las empresas formales peruanas.
El 48% de los encuestados consideró que sí existía discriminación por este criterio; mientras que el 49% indicó que no. No obstante, ejecutivos de empresas con las que conversó SE recientemente señalaron que no conocen casos de discriminación laboral en el mercado peruano por el criterio antes mencionado.
Esto tal vez se explique por el hecho de que para el 77% de los gerentes generales encuestados , la discriminación por origen étnico es poco o nada grave; mientras que sólo el 5% la considera muy grave.
Margiori Dolci, gerente de Gestión Administrativa y Relaciones laborales de Rímac, indica que la “preferencia” pues opina que la palabra “discriminación” es muy fuerte por un sexo determinado para alguna posición está cambiando y ahora se opta por la diversidad dentro de las empresas.
“Las empresas están mucho más abiertas a tener diversidad entre toda su gente”, señala. De hecho, sólo el 27% de los encuestados consideró que sí existe discriminación por sexo en el mercado laboral formal.
Por su parte, Mónica Okuma, directora de Amrop, empresa de headhunting, explica que aún ciertas empresas detallan sobre el género que prefieren para determinado puesto “debido más al tipo de posición laboral que se busca o a la industria”, pero no tienen preferencia por la etnicidad de la persona. Y agrega que relación de un género específico para un puesto laboral está disminuyendo.
Miradas contradictorias
Las dos ejecutivas arriba citadas coincidieron en que no hay criterios discriminatorios al momento de contratar ejecutivos en el mercado peruano. Sin embargo, la IX Encuesta de Gerentes Generales de SE del 2013 y el estudio realizado por Liuba Kogan, de la Universidad del Pacífico, publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo, indican lo contrario. De hecho, señala que existen conceptos preconcebidos sobre ciertas etnias, incluida la raza blanca.
“Si bien los reclutadores preferían entrevistar y seleccionar a los candidatos blancos, existía un discurso sobre la desconfianza que producen tanto en la entrevista como en su posible desempeño laboral. Ciertos atributos producen desconfianza, como por ejemplo la sonrisa. No se trata de la sonrisa que indica amabilidad, sino tal vez autosuficiencia. Existe en el imaginario de los reclutadores la idea de que las personas blancas no se esfuerzan mucho en el trabajo, priorizan sus logros personales, son superficiales y obtienen las cosas fácilmente. Aun así, a pesar de lo que señala la mayoría, al momento de tener que entrevistar a un candidato la primera opción era una persona blanca.”, dice un pasaje del estudio.
Judith Morrison, asesora senior de Desarrollo Social de la División de Género y Diversidad del Banco Interamericano de Desarrollo, señala que muchas veces los prejuicios que existen sobre determinados géneros, rangos etarios u orígenes étnicos hacen que no se considere a ciertos grupos de personas para un puesto laboral concreto.
Por ejemplo, antes esto era en desmedro de las mujeres. Pero también existen teorías económicas que explican esta discriminación dentro de las empresas.
En todo caso, cabe preguntarse si, en un entorno de escasez de talento, esta discriminación (consciente o inconsciente) no contribuye a complicar el panorama para las empresas formales peruanas.
Fuente: Semana Económica