Una de las Ventajas Diferenciales para ser seleccionado

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Por Lic. Francisco Solimano Parra,
Director – Solimano Asociados


Aquel conocido refrán de “No hay segundas oportunidades para generar una primera buena impresión” resulta determinante en el caso de quienes postulan a un empleo.


Hoy que nuestro país está en etapa de creciente desarrollo y las oportunidades de empleo –consecuentemente- son mayores, distinguirse del entorno seleccionable  que aspira al mismo cargo, además obviamente de las coincidencias con el perfil y poseer muy buenas  competencias,  es muy difícil. Pero hay que saber distinguirse


Un mayor número de profesionales luchando por nuevos o mejores empleos, ha aumentado la competencia. Cada quién procura llamar la atención, en una batalla que se hace cada vez creciente y profesionalmente más exigente, acentuándose el factor de saber distinguirse como “ventaja diferencial”. De ahí que la importancia por  generar una primera y muy positiva impresión sea vital y probablemente en la mente del entrevistador quede más acentuada como para despertarle el interés por propiciar una segunda entrevista, lo que generalmente es tan cierto como ciertas son las mayores posibilidades que llegue a la terna finalista e ingrese.


Y aunque todos sabemos que la puntualidad, pulcritud y la educación influyen en gran medida a generar una impresión positiva, hay otros aspectos en los que debe trabajarse para distinguirse del resto, como por ejemplo la preparación para la primera entrevista implica el importantísimo detalle de conocerse bien a sí mismo y estar al tanto de los pormenores del empleo al que se aspira, como de la empresa contratante (su cultura organizacional, competencia e incluso hasta relevando datos o noticias de actividades trascendentes que ha visto o escuchado). Investigue previamente lo más que pueda acerca de la compañía en cuestión. Quienes van a las entrevistas con escaso o ningún conocimiento de estos importantes detalles, raramente o nunca llegan a una segunda entrevista y difícilmente recibirán una oferta de empleo. Tampoco tema hacer preguntas que hubiesen surgido durante su investigación. Esto mostrará al entrevistador su genuino interés en la posición y la compañía, distinguiéndose del resto de los postulantes. 


Un efecto colateral del incremento de postulantes obliga a que los reclutadores se esmeren en intensificar sus horizontes de investigación para poder seleccionar a los mejores y si antes las entrevistas eran más predecibles en lo concerniente a las preguntas, ahora hasta implican detalles no convencionales de consultas, de modo que esté atento a esperar lo inesperado. Preguntas como ¿quién es usted? o ¿con quién estoy tratando? le dará la oportunidad de captar la esencia de la pregunta y lucir reflejos acertados o bloquearse. Sepa en ésto también distinguirse del resto.


Además de las preguntas más convencionales, las formas de resolución de conflictos, solución de problemas y las relaciones con el equipo de trabajo, son cuestiones que muchos reclutadores están abordando. Mientras más  específicas sean sus respuestas, más propensión tendrá a quedar en la mente del evaluador.


Una popular tendencia entre muchos entrevistadores es la presentación de casos o situaciones hipotéticas y preguntar cómo las resolverían. Piense juiciosamente pero sin mayor demora. Respuestas consistentes también le distinguirán del resto. 


Cuidado también con la tendencia a sofisticarse. Aunque la mayoría de postulantes son lo suficientemente juiciosos como para asistir a la entrevista con vestimenta y presentación personal (incluyendo simplicidad hasta en perfumes), muchos no se dan cuenta de su conducta durante la entrevista, independientemente de su buena presentación. El nerviosismo, la dificultad en hacer contacto visual e incluso tomar muchas notas cuando esté hablando el entrevistador, puede distraer a éste y no prestar la debida atención a lo que el entrevistado dice. Aunque por dentro sea un manojo de nervios, trate de  parecer lo más calmado y sosegado posible. 

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