La gestión de la innovación al interior de las compañías es todo un reto para los directivos, sobre todo en este contexto de pandemia. Ignacio Mealla, Director de Vistage Perú, considera que la innovación es el motor que permite que una empresa sea dinámica y adaptable, pero no se gestiona por sí sola.
“Requiere disciplina y dedicación. Los CEOs y altos directivos necesitan tener principios claros de cuán estratégica es la innovación para el negocio y cómo mantienen con ella a sus empresas en la vanguardia, conectadas y creando vínculos duraderos con sus clientes”, precisa el directivo.
Vistage comparte 6 principios clave trabajados con los líderes y altos directivos. Ellos buscan fortalecer su toma de decisiones en este campo y cultivar la innovación en lo profundo de sus organizaciones:
- La innovación requiere velocidad.
El ritmo del negocio ha cambiado. No es posible volver al ritmo de negocios anterior a la pandemia de COVID-19. Los clientes y socios esperan velocidad. La innovación es una respuesta que permite demostrar qué tan flexibles y comprometidos están con sus nuevas necesidades.
- La innovación es necesaria para superar las expectativas del cliente.
Las empresas exitosas innovan para satisfacer rápidamente -e incluso anticipar- las necesidades cambiantes de sus clientes. En lugar de hacer suposiciones sobre cómo sus clientes usan sus productos y servicios, siguen siendo curiosos y profundizan en lo que necesitan los clientes a medida que cambian las circunstancias. Cuando los líderes se mantienen más cerca de los clientes, comprenden sus objetivos y la innovación se vuelve mucho más fácil. Darse cuenta de que el cliente ahora necesita algo completamente nuevo y diferente de lo que ofrece su empresa puede resultar intimidante. Pero también es una oportunidad nueva y emocionante de pivotar para satisfacer sus necesidades y preservar la relación.
- La innovación existe en todos los niveles.
La innovación es responsabilidad de todos. Pero los equipos ejecutivos que fomentan y recompensan la innovación en toda su organización pueden fomentar una cultura de innovación. Estos líderes hacen un esfuerzo concertado para garantizar que todos en la organización comprendan los pilares clave de la estrategia de la empresa. Cuando los líderes incitan a los empleados a mantener la curiosidad sobre cómo su trabajo impulsa la estrategia, los equipos piensan de manera innovadora a lo largo de su trabajo diario y buscan resolver los desafíos de los clientes con nuevas ideas. Trabajar juntos hacia la misma estrategia también ayuda a los equipos a evitar las trampas de los silos y el pensamiento miope.
- La innovación requiere colaboración.
La innovación no puede ocurrir en el vacío. Requiere colaboración para que todos comprendan cómo el nuevo producto o servicio afectará a cada departamento. Se necesita escuchar al cliente en cada etapa del desarrollo. Cuando las personas adecuadas intervienen, las soluciones adecuadas surgen rápidamente.
- La innovación tiene sus raíces en el propósito.
Las circunstancias cambiarán, a veces rápidamente. Al tomar decisiones, los líderes eficaces se mantienen fieles a la misión, la visión, el propósito y los valores de su empresa, independientemente de las circunstancias. Una empresa puede perder el rumbo cuando la innovación no se alinea con el propósito o los valores de una organización. Y cuando surgen obstáculos, los directores ejecutivos pueden encontrar consuelo porque pueden volver al propósito de su empresa para estimular nuevos descubrimientos y diferentes formas de lograr ese propósito en el entorno empresarial actual.
- La innovación requiere disciplina.
Los líderes disciplinados se mantienen cerca de las nuevas innovaciones desde el inicio hasta el desarrollo y la ejecución. No solo intervienen en el inicio del proyecto y aparecen en la gran revelación al final. Más controles y equilibrios brindan la oportunidad de obtener más información y colaboración en lugar de una supervisión distante y una gran revelación que se queda corta.
Los directores ejecutivos se han vuelto más deliberados a la hora de dedicar tiempo a la innovación. Los equipos están más decididos y conectando grandes ideas y conceptos que conducen a mejores resultados. Esto ha abierto los ojos de los líderes al valor de la colaboración. La fórmula: escuchar y mantener la curiosidad con los equipos internos, con los clientes externos y los proveedores. Generar ideas creativas y listas para el mercado y mejores productos, servicios y procesos es el objetivo de innovar con propósito y no de innovar por innovar.
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