Por Ingrid Charles (México), Consultor de Cuentas Internacionales, Certé Consultores, ingrid@certe.com.mx
"La naturaleza considerada por medio de la razón, es decir, sometida en su conjunto al trabajo del pensamiento, es la unidad en la diversidad de los fenómenos, la armonía entre las cosas creadas, que difieren por su forma, por su propia constitución, por uno"
Alexander Von Humboldt
En la actualidad, la convivencia laboral se caracteriza por la existencia de por lo menos cuatro generaciones de personas con distintas culturas, creencias, costumbres, entre otras diferencias operando al mismo tiempo en la mayoría de las empresas, cada una con valores y metodologías distintas. Esta situación ha potenciado el diseño de una eficiente articulación por parte de los departamentos de Recursos Humanos en las organizaciones, en donde el reto más significativo se vincula a la forma de pensar y de aceptar lo apreciable de cada generación entre sí.
La gama que alcanza dicha diversidad promueve que las empresas busquen los valores comunes que subyacen en las diferentes generaciones y así trabajar en el alineamiento de los mismos. Por lo que, mientras la generación tradicional se muestra más conservadora y respetuosa de la disciplina y las jerarquías, la lealtad y la confianza en el sistema, buscan la seguridad laboral, planes de retiro y beneficios que hacen la vida más confortable.
Los babyboomers por su parte relacionan el éxito con sus logros monetarios y están muy preparados para servir, conducir y orientar al equipo, dentro de un tiempo limitado para crecer en su carrera laboral, dando importancia a su plan de carrera. Buscan permanentemente los desafíos, buscan ser remunerados con dinero, cargos, símbolos de estatus o planes de retiro. Son laboralmente estables y son reacios a un cambio.
Por otro lado, la generación X caracterizada por su escepticismo y tendencia consumista, son libres, estables, adaptables, poseen códigos informales, son adaptables, independientes y pragmáticos, encaran varias carreras a la vez y tienen una visión multidimensional de las oportunidades, necesitan un equilibrio entre su vida laboral y personal, buscan oportunidades que les generen autodesarrollo por lo que valoran ser capacitados constantemente y tienen cierto temor por el estancamiento laboral. Buscan como reconocimiento el balance en su vida.
En lo relativo a la generación Y trabajadora y multifuncional, que por su irreverencia e individualismo intentan realizar sus hobbies, actividades sociales en equilibrio, buscan un entorno con sentido y divertido, posibilidades de trabajo con sus pares y un ambiente multicultural, su alta movilidad y poco análisis los lleva a ocupar puestos que no se ajustan a sus necesidades ya sea por su formación o por sus preferencias poco encaminadas.
La última de las generaciones que encontramos en el entorno laboral es la que conforma la generación Z, jóvenes que han crecido entre computadoras y videojuegos, ven a los jefes como a iguales y les cuesta recibir órdenes arbitrarias o autoritarias. Tienen una alta capacidad de trabajar en equipo, orientados a obtener resultados rápidamente. El uso de las redes sociales para ellos es una característica dentro de su estilo de vida.
En consecuencia de tal diversidad, las organizaciones actualmente están apostando por el desarrollo de cambios dentro de los valores y las políticas, siendo más atractivas a todos sus colaboradores, brindándoles sus espacios y acomodándose más a lo que cada uno espera de la organización y de esta manera lograr una mayor retención de talento.
En síntesis, el área de Capital Humano, consciente del contexto histórico que ha marcado a cada generación, lo que le ha formado como profesional, facilita el rompimiento de esquemas de prejuicios, los modelos de razonamiento y los intereses culturales propios de cada generación, facilitando posibilidades de desarrollo y de retención de talento, adaptados en un mejor ambiente laboral, según las facultades, aptitudes y necesidades de cada uno, teniendo presentes los objetivos de la empresa.