Por Marisa Aguirre Nieto (Perú), Directora del Programa de Competencias Directivas del PAD de la Universidad de Piura
“Tanto la familia –que en su esencia es una pequeña empresa- como la organización, son ámbitos de crecimiento profesional y personal que se refuerzan mutuamente y apuntalan la vida social, interesa por eso prestarle la atención debida”
Hoy en día, la conciliación trabajo-familia se encuentra más que nunca presente en las inquietudes de los ejecutivos de todo nivel, aquellos que buscan desarrollarse en empresas responsables para sacar adelante tanto su carrera profesional como el bienestar en su familia. Si bien es cierto la mayoría de las empresas en el mundo reconocen los beneficios de la conciliación laboral, muchas veces en la práctica se contradicen.
Más de cinco mil empresas en todo el mundo han pasado revista a sus políticas, a sus estilos de mando, a la influencia de sus líderes, y se han encontrado con necesidades reales de las personas que trabajan en sus organizaciones. El estudio realizado por el IESE Business School de la Universidad de Navarra, presenta un detalle pormenorizado de la situación en el mundo, en Latinoamérica y, puntualmente, en Perú respecto a la adecuación y flexibilidad de políticas laborales con la realidad familiar de los trabajadores.
En nuestro país se puede afirmar que el tema interesa, que está en la agencia de diversas empresas, pero que todavía no está implementado. Y es que la conciliación trabajo-familia debería ser una realidad en todas las organizaciones, ya que tiene un punto de partida muy sencillo: la persona que trabaja es una, sólo que tiene diversos roles; como empleado, directivo, esposo, padre, amigo, miembro de alguna sociedad, etc. Cuando algunos de estos roles entran en conflicto, se dan consecuencias negativas tanto para la persona, como para la organización.
Cada vez más los estudios muestran como el rendimiento y la productividad en el trabajo están estrechamente vinculados con la satisfacción personal y el desarrollo del propio proyecto de vida de sus colaboradores. Es una tarea que implica varios jugadores: el Estado facilitando leyes que amplíen y hagan menos rígidos los contratos laborales; las empresas quienes deben estableces algunas políticas de flexibilidad y los propios empleados definiendo con claridad sus prioridades personales y estableciendo metas claras no solo para el trabajo sino también para sus vidas. Es pues, una realidad que atañe tanto a hombres como a mujeres, pero se hace especialmente más difícil en el caso de las mujeres.
Un visionario profesor del IESE comentó en alguna ocasión; “si el siglo XXI funciona, será porque la mujer tendrá una participación mayor en la organización de la familia y la familia es la base de la sociedad”. La frase sintetiza lo que estaba previsto en los estudios de megatendencias del siglo XXI: la fuerte irrupción del trabajo femenino en las organizaciones. Ya en el año 2000 se anunciaba que para el 2008 las mujeres representarían la mitad de la fuerza laboral mundial y que, el 50% de esas mujeres, tendrían obligaciones familiares.
El hecho es positivo y tiene especial significado, ya que es mucho el aporte que la mujer puede hacer en el trabajo empresarial y, especialmente, en la labor directiva. Pero el camino no ha sido fácil porque ha supuesto entrar a un mundo y una cultura que, por siglos, había sido hecha por hombres y para hombres.
Por poner un ejemplo, la dificultad de encajar la maternidad y el trabajo fuera del hogar está teniendo serias dificultades y evidentes consecuencias en las mujeres: se retrasa la edad del matrimonio, se dilata el tiempo para tener hijos, crece el número de rupturas familiares y divorcios, hay más problemas de salud y depresiones, incremento de problemas escolares y un sinnúmero de factores que indican una creciente disgregación familiar.
En la misma medida, la empresa también pierde cuando no encuentra cauces para organizar trabajos flexibles que la lleven a no perder talento; pierde cuando no se enfoca a posibilidades de teletrabajo, de horarios diversos y muchas otras prácticas que algunas empresas ya han puesto en marcha con el beneficio de ser más competitiva y de conseguir más compromiso con sus empleados.
Artículo publicado en la revista Gestión y Negocios – Chiclayo
Comentarios:
#1 18:28:12 | 2013-03-12, Publicado por: Loida
Este artículo refleja la situación actual de la fusión familia-trabajo. En el Perú debe tomarse la referencia con compromiso en las políticas organizacionales, para obtener familias y desempeño laboral saludables.