Por Jimena Mendoza – Directora Ejecutiva de LHH DBM
Uno de los consejos que más se lee y escucha para elevar nuestra empleabilidad es el de actualizarnos y siempre buscar aprender cosas nuevas. Es uno de esos consejos obvios, pero que no necesariamente aplicamos en nuestro día a día, ya sea por falta de tiempo, porque sentimos que con lo que sabemos estamos bien o, incluso, por miedo a no ser tan buenos en algo nuevo.
Aprender cosas nuevas ya no es opcional. Los cambios tecnológicos, las nuevas tendencias y la competencia nos obligan a actualizarnos y, así, tener más herramientas para desempeñarnos con excelencia en nuestro trabajo. Los dejo con algunos consejos que me han servido y que, tal vez, puedan servirles a ustedes también.
- Toma la decisión, no lo hagas por obligación. El primer paso para aprender algo nuevo es tomar la decisión de hacerlo, siendo conscientes de que es algo que realmente nos beneficia. Llevar un curso porque nos obligan o porque nos lo paga la empresa no nos permitirá que le saquemos el mayor provecho posible. Sé consciente del impacto que esto tendrá en tu carrera, entiende por qué es importante y da lo mejor de ti para aprender.
- Aprende paso a paso. ¿Recuerdas cómo aprendiste a caminar? Fue todo un proceso que empezó con levantarte del suelo sujetándote de algo, caminar apoyado en algo, luego de la mano de otros y, finalmente, te soltaste a dar pequeños pasos. Ahora, lo haces sin pensarlo. Así es como uno debe aprender, paso a paso, sin saltarnos ninguno y afianzando el aprendizaje en el proceso hasta hacerlo sin pensarlo.
- La práctica hace al maestro. Hay habilidades que uno puede desarrollar rápidamente o que solo leyendo las aprende. Otras, que son la gran mayoría, debemos practicarlas constantemente para poder lograr la excelencia. Por ejemplo, recibir cursos de presentaciones orales no nos hará oradores. El practicar –primero, frente al espejo; luego, ante un público pequeño; y, finalmente, con público complicado– hará que seamos cada vez mejores. Practicar con perseverancia y sin darte por vencido es clave.
- Vence tus propios miedos. Muchas veces, no nos atrevemos a aprender, porque alguna vez lo in tentamos y no lo hicimos bien o porque creemos que no seremos buenos sin ni siquiera haberlo intentado. No sabremos nunca si somos capaces de hacer algo o no si ni siquiera lo intentamos. Efectivamente, habrá cosas en las que no seremos excelentes, pero, por lo menos, estaremos mejor capacitados al haber tratado de aprender. Sal de tu zona de confort y busca aprender cosas radicalmente diferentes a las que ya sabes. Toda habilidad sirve y enriquece tu crecimiento personal y profesional.
- Pregunta y pregunta. Cuando estamos aprendiendo cosas nuevas, es importante buscar el consejo de quienes ya pasaron por esa experiencia o son expertos en el tema. Es común no hacerlo, ya que implica aceptar que no somos tan buenos como ellos: eso es un gran error. Quienes han pasado antes por el mismo proceso de aprendizaje que tú te pueden dar los más valiosos consejos, no solo de qué hacer, sino de qué no hacer.
- Aprende a desaprender. Uno de los peores enemigos del aprendizaje es querer seguir haciendo las cosas como siempre las hemos hecho. Romper los hábitos es algo difícil de hacer, pero no es imposible. Busca hacer las cosas que ya sabes hacer de una manera totalmente diferente y luego evalúa cómo combinar ambas formas para tener los mejores resultados.
Sobre el autor
Jimena Mendoza
Gerente General de LHH-DBM Perú.
Es miembro del directorio de la Asociación Peruana de Recursos Humanos (APERHU) y Presidente del 24 Congreso de Gestión de Personas de APERHU. Expositora de temas de recursos humanos, manejo de desvinculaciones, liderazgo, movilidad laboral y comunicación en distintos foros.