Lo cortés no quita lo valiente

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Por Ana Sayán (Perú), Directora General de Crece Consultores S.A.C.

Cuentan que una vez Tomás Jefferson, quién entonces era presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, caminaba por una calle de la capital junto a un importante empresario. Mientras conversaban diversos temas un esclavo negro se cruzó con ellos y, al reconocer al presidente, lo saludó con gran cortesía. Jefferson inmediatamente devolvió el saludo con mucha amabilidad y el empresario se sorprendió tanto que le preguntó, “señor presidente, ¿cómo es que usted se molesta en saludar a ese esclavo negro?”. Jefferson, le respondió, “¿Acaso es bueno que un esclavo supere a un presidente en normas de cortesía y urbanidad?

Cortesia

La cortesía es un valor muy necesario para la vida en comunidad. Ser cortés significa ceder a la otra persona parte de nuestra comodidad, placer o bienestar a fin de mostrarle atención y aprecio. En este sentido, la cortesía se relaciona mucho a veces con los modales y con la crianza que hemos tenido desde nuestra infancia. Mostrarla con las personas es entendida siempre como una señal de respeto y, casi siempre, predispone a los demás a ser también corteses con nosotros.

Una persona aprende a ser cortes desde niño. Al principio quizá le cueste y no le dé el valor que corresponde pero al crecer es cuando se da cuenta que tener este tipo de detalles con las personas es esencial para mantener una buena convivencia y contribuye con el orden y la armonía social.

Aprendemos, entonces, a ser corteses por la forma como nos crían, pero aprendemos mucho más cuando ponemos en práctica cotidiana el hábito de ser cortés. Y esto se da desde pequeñas palabras o frases que acostumbramos usar con una sonrisa en nuestro lenguaje diario, hasta todo tipo de saludos o actos de complacencia y empatía hacia los demás.

Son ejemplos típicos de actitud cortés: ayudar a un anciano a cruzar la pista, ceder el asiento a alguien que lo necesita, saludar cuando se llega a un lugar nuevo, pedir las cosas por favor y agradecer por las cosas que recibimos.

Frases para practicar la cortesía
Hay frases universales que de seguro nos han enseñado y que deben formar parte de nuestro lenguaje y actitud cotidiana frente a las cosas:

  • Muchas gracias
  • Con permiso
  • Disculpe usted
  • Muy amable
  • Pase usted
  • Por favor

Seguramente hay muchas frases más ¿recuerdas alguna?

¿Cuales son los beneficios de ser cortes?
Ser cortés jamás nos traerá problemas y, al contrario, nos ayudará a caerles bien a los demás. Concretamente podemos mencionar al menos ocho beneficios concretos:

  1. Provoca relaciones de armonía en la comunidad.
  2. Promociona el servicio a los demás.
  3. Disminuye las probabilidades de conflicto interpersonal.
  4. Ayuda a tener una ciudad más limpia y ordenada.
  5. Genera menos estrés ambiental.
  6. Mejora tu salud.
  7. Cuida tu corazón.
  8. Mejora tu cerebro y evita la depresión.

Está demostrado que los actos de bondad liberan óxido nítrico, una sustancia que dilata los vasos sanguíneos, reduce la presión sanguínea y protege nuestro corazón de daños. Por eso estamos seguros que Tomás Jefferson encontró en la cortesía una de las formas eficaces de disminuir la fuerte presión que la tarea presidencial le imponía y atraer hacia su vida una mayor felicidad. Y está a nuestro completo alcance.


Sobre la autora:

ana-sayantAna Sayán (Perú), es coach de la International Coaching Community de Londres y especialista en Valores Humanos y Desarrollo Personal por el Character First Institute de México. Implementingpartner, Alta Dirección y Negocios en la Universidad de Piura (PAD), Directora General de Crece Consultores S.A.C. Especialista de Secuencia por RPP Noticias Radio y Televisión, brindando temas enfocados al desarrollo personal y familiar. Coach de Radio Corazón.

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