Por Lelia Fabiola Zapata Palacios (Perú) – Formadora. Socia Fundadora de Talentos Reunidos, Agencia global dedicada la Comunicación Interna 360º.
El caso de Luis
Luis no pasó ningún proceso de selección, simplemente fue admitido en la empresa porque contaba con el título para ejercer el puesto, buenos conocimientos y tenía una recomendación.
Luis ha sido contratado como mando medio, tiene 10 personas a su cargo, dirige un equipo de producción. Luis está obsesionado con la productividad es un experto en la materia.
Como persona es introvertido, individualista, celoso de sus conocimientos y muy exigente consigo mismo y con los demás. Tiene como norma no aceptar sugerencias de otros y su carácter es bastante voluble.
Luis es muy trabajador y competente en su área, está comprometido con su desarrollo profesional, tiene por norma realizar por lo menos, dos cursos anuales de formación para actualizar y mejorar sus conocimientos técnicos.
La empresa de Luis
En la empresa de Luis trabajan más de 200 personas. Sin embargo, el área de RRHH, está integrado por dos personas quienes se dedican básicamente a gestionar nóminas, seleccionar, despedir personas y convocar eventualmente algún curso de formación.
En esta empresa los valores son importantes y hace poco tiempo se redefinieron. Sin embargo, como no existe ningún departamento de comunicación no se difundieron entre el personal.
Otro carencia importante es que, no existe ningún proyecto para mejorar el liderazgo; ningún directivo ni mando medio recibe formación sobre valores empresariales; la formación es escasa y se improvisa.
Como es de prever la comunicación interna es escasa. Los únicos medios de información son: tablones y reuniones.
Las habilidades de liderazgo de Luis
Luis carece de habilidades directivas. No tiene madera de líder, trata de forma autoritaria y sin ningún tipo de respeto a su equipo.
Luis no está de acuerdo con las políticas empresariales, observa muchas carencias, pero como nadie le pregunta se calla
Luis ha creado un ambiente tenso y estresante en su equipo. Sin embargo, desde recursos humanos no lo despiden por sus competencias técnicas; no encuentran sustituto. Mientras este líder sigue en la empresa, las quejas al área de RRHH continúan. Este jefe con sus malas formas está amargando a 10 personas, dos de ellas ya están gestionando su renuncia a la empresa. En la empresa no saben qué decidir?
Las reflexiones del caso
De este caso, podemos sacar varias reflexiones, quizá las más evidentes sean las siguientes:
- Todas las personas llamadas a dirigir personas, deben reunir habilidades de liderazgo: empatía, asertividad, buena comunicación e integridad y deben ser un requisito para la contratación.
- Los valores son los pilares de cualquier organización, por tanto, no sólo deben estar expuestos y reflejados en los manuales y webs institucionales, sino que necesitan estar vivos en los comportamientos y la empresa debe recordarlos de manera permanente.
- El área de recursos humanos debe dar prioridad a las competencias de liderazgo que a los conocimientos. Así mismo, debe asumir la responsabilidad de gestionar el desarrollo de sus líderes a partir de programas de reconocimiento y programas de formación, diseñados previo diagnóstico de necesidades y carencias formativas.
- Las organizaciones del siglo XXI están basadas por la transparencia y por un flujo constante de información que es compartida. En este contexto, La comunicación interna es fundamental para fomentar el diálogo y favorecer un clima de entendimiento que de salida a nuevas ideas e iniciativas.
¿Qué otras conclusiones sacarías de este caso? ¿Qué decisión tomarías? ¿Despedirías a Luis?
Sobre la autora:
Lelia Fabiola Zapata Palacios (Perú), Es formadora y experta en Comunicación interna. Asesora a responsables de RRHH y comunicación de LATAM y España en estudios de diagnóstico y proyectos de comunicación interna. Diseña e implanta proyectos de cultura digital para facilitar entornos colaborativos Partner de Yovinet.