Por Manuel Celi – Coach Ontológico y Ejecutivo, Socio de A-COACH.PE expertos en desarrollo y transformación personal
Una de las características emocionales de un líder auténtico es su entusiasmo para conseguir resultados.
Varios autores e investigadores han explicado ampliamente cómo al líder lo motiva más el logro en sí que beneficios económicos o de otro tipo.
Y ¿qué es entusiasmo? La acepción que más me gusta del diccionario de la Real Academia Española es la que describe entusiasmo como “adhesión fervorosa que mueve a favorecer una causa o empeño”
Además, si buscamos el origen etimológico de entusiasmo ampliaremos un poco más la comprensión de esta cualidad. Parece que el origen está en la palabra en griego enthousiasmós, que es una construcción con tres palabras En, Theous y Asthma, que juntas significa soplo interior de Dios y era entendida como si Dios poseyera a una persona para manifestarse. Por ejemplo, un poeta inspirado era un entusiasmado o poseído por Dios para crear versos excelsos. También se entendía como un rapto divino. Un arrebato, el llegar al éxtasis. Una persona común cargada de entusiasmo salía de un estado reflexivo para pasar a uno de elevado dinamismo para lograr cosas más bellas.
Y ontológicamente podemos decir que el líder entusiasta vive en un estado de ánimo que contiene, por lo menos, dos juicios. El primer juicio le dice que está trabajando para llegar a la meta, o sea, está en el lugar correcto en el momento adecuado. El segundo juicio le da certeza al líder que su trabajo dará frutos y los resultados serán extraordinarios.
Un líder debe sentirse comprometido con la tarea y estar seguro de cumplir y hasta sobrepasar sus objetivos. Como sabemos, el líder se comunica más poderosamente a través de sus emociones que de sus palabras.
Entonces, si en nuestra organización encontramos líderes que han perdido el entusiasmo, o nosotros mismos estamos apáticos, qué podemos hacer.
Según mi experiencia, hay 3 elementos críticos que nutren al entusiasmo. Si trabajas en ellos tu entusiasmo crecerá.
- El enfoque en la meta
- La seguridad en uno mismo
- La calidad de las metas
El enfoque en la meta
Es natural que pierdas entusiasmo si estás haciendo de “mil oficios”. No te puedes ocupar de manera consciente varias cosas a la vez. No puedes alimentar tu entusiasmo en medio de una condición de déficit de atención, disperso en muchas tareas simultáneamente.
Si te ves en este caso, detente, haz una pausa para respira hondo 10 veces o más y regresa tu mirada a lo más importante, aquella tarea o decisión que hará que todo cambie o se haga más fácilmente. En otras palabras, vuelve a afinar la puntería.
La seguridad en uno mismo
Cuando pierdes seguridad es porque no estás trabajando sistemáticamente en tu autoconocimiento. Cuando te olvidas de tus fortalezas o las subestimas frente a tus debilidades es que te has puesto en segundo plano.
Aquí ocurre como el aviso a los pasajeros antes del despegue de un avión: señores pasajeros, en caso de despresurización de cabina, máscaras de oxígeno caerán del compartimiento superior. Si viaja con niños póngase usted primero la mascarilla y luego atienda al niño…
Si el líder no cree en sí, no podrá inspirar a su equipo.
La calidad de las metas
En lo que tiene que ver con las metas basta recordar que deben ser SMART, específicas, medibles, alcanzables, realistas y dentro de un plazo de tiempo establecido. Si falta una de estas condiciones en nuestra meta, ésta no se logrará y es casi seguro que perderemos todo el entusiasmo al saber que no vamos a cumplir. Siempre es importante ponerse o aceptar desafíos ambiciosos pero siempre deben ser SMART.
Si por lo menos trabajas en estos 3 aspectos, tu entusiasmo te impulsará. Necesitamos para nuestras empresas líderes entusiastas, apasionados, con emociones positivas contagiosas que hagan crecer las empresas promoviendo equipos con gente llena de energía y satisfecha de su desarrollo personal.
Sobre el autor
Por Manuel Celi Vidal – Coach Ontológico Empresarial para directivos y ejecutivos. Empresario con más de 40 años de experiencia en negocios de servicios logísticos y comerciales innovadores como proveedor estratégico de grandes empresas locales y de países andinos. En 2014, Manuel fundó A-COACH.PE, organización que brinda servicio a personas y organizaciones exitosas en sus procesos de cambio.