Septiembre de 2024.- El estrés laboral se ha convertido en uno de los principales factores que afectan la productividad en las empresas a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral es una epidemia global que cuesta a las empresas miles de millones de dólares cada año en pérdida de productividad, absentismo y enfermedades relacionadas con el estrés (Organización Mundial de la Salud, 2020).
En América Latina, y particularmente en Perú, el problema no es menos grave. De acuerdo con un estudio de IPSOS Perú, el 70% de los trabajadores peruanos se sienten estresados en sus empleos, siendo el exceso de carga laboral, las presiones para alcanzar metas y la falta de balance entre la vida laboral y personal las principales causas (IPSOS Perú, 2022). Este estrés constante impacta directamente en la productividad de las empresas, generando una disminución del rendimiento y un aumento en los índices de rotación y ausentismo.
La Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL) estima que alrededor del 60% de los empleados en el país experimentan algún tipo de trastorno relacionado con el estrés (SUNAFIL, 2023). Esta situación no solo afecta la productividad, sino también la salud mental y física de los colaboradores, elevando los costos en salud ocupacional y disminuyendo la competitividad empresarial.
Las empresas deben tomar medidas proactivas para gestionar el estrés laboral. Según la OMS, la implementación de programas de bienestar, que incluyan desde la gestión del tiempo hasta el apoyo psicológico y el equilibrio trabajo-vida personal, puede reducir los niveles de estrés y aumentar la productividad hasta en un 20% (OMS, 2020). En Perú, varias empresas han comenzado a implementar Programas de Asistencia al Empleado (PAE), que han demostrado ser una herramienta eficaz para apoyar el bienestar emocional y mental de sus colaboradores.
El estrés laboral no es solo un desafío individual, sino un problema sistémico que impacta la rentabilidad y sostenibilidad de las empresas. Abordarlo con estrategias concretas de bienestar no solo mejora la vida de los colaboradores, sino que también fortalece el desempeño organizacional.
Anna Traverso P.
CEO y Co Funder del Grupo Humanna
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