Por Jaime Zavala Costa – Socio Emérito PPU y Ex Ministro de Trabajo
Es oportuno repensar y cuestionar como concebimos las relaciones laborales y actuar con empatía para que exista una convivencia respetuosa y cómoda en el trabajo. Téngase presente que el hostigamiento o acoso sexual es una forma de violencia, es una afectación a la integridad de las personas. En el espacio laboral, tiene consecuencias psicológicas (tristeza, ansiedad, vergüenza, estrés, baja autoestima, etc.) y físicas (problemas de salud funcional y orgánicas, como insomnio, cefaleas o alteraciones digestivas), que afectan las relaciones de trabajo y el desempeño de la persona que ha sido agredida. Además, el hostigamiento sexual se considera como violencia de género porque se fundamenta en estereotipos que marcan y limitan los comportamientos de los hombres y mujeres.
De forma general, podemos decir que el hostigamiento es toda conducta o proceder de naturaleza sexual o sexista que no es bienvenida ni deseada por la persona contra la que se dirige y que tiene como secuela afectar negativamente las condiciones de empleo. No se trata solo de conductas físicas como acercamientos corporales, roces, tocamientos, también puede expresarse a través de otras acciones como miradas, gestos obscenos, términos de connotación sexual o sexista, mensajes o exhibición de imágenes sexuales o bromas de igual naturaleza.
Por último, el primer paso para detener el hostigamiento en el trabajo es detectarlo: ¿Has sentido que alguien te mira de una manera particular que no te guste? ¿Te han hecho alguna broma de contenido sexual que te haya incomodado? ¿Te han hecho algún comentario sobre tu ropa o tu cuerpo que te haya molestado? ¿Te han mandado o mostrado mensajes, fotos, imágenes, videos o memes de contenido sexual que te hayan desagradado? ¿Has recibido invitaciones repetidas de alguien de tu trabajo para salir a comer o tomar algo, a pesar de haberte negado la primera vez? ¿Te han tocado de una manera que no te guste o se te han acercado demasiado, generando una situación desagradable para ti? ¿Alguien te ha propuesto tener relaciones o algún tipo de contacto sexual a cambio de algún beneficio en tu trabajo? Te han reducido el sueldo, te han bajado de puesto, te han tratado de forma hostil o diferente, ¿o te han perjudicado o amenazado de alguna manera porque manifestaste rechazo a alguna de las conductas anteriores?
Si alguna de tus respuestas es afirmativa, puede que estés siendo o hayas sido víctima de hostigamiento sexual laboral. Es importante saber que en estos casos se puede formular una denuncia ante el empleador que debe ser investigada por un Comité de Intervención de Hostigamiento Sexual, en caso se trate de una empresa con personal igual o mayor a 20 personas, o por un delegado, si estamos en una empresa con menos personal. El resultado de la investigación permitirá al empleador adoptar acciones para componer o corregir la situación presentada e ir cultivando en el equipo comportamientos libres de hostigamiento sexual.
Sobre el autor:
Jaime Zavala es socio Emérito de PPU y Ex Ministro de Trabajo. Ha sido presidente de la Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, en dos periodos. Ex presidente del Tribunal del Servicio Civil. Experto en temas sindicales y negociaciones colectivas, así como estrategias de solución de conflictos colectivos. Arbitro (designado por la empresa o como presidente designado de común acuerdo), en el sector privado y en negociaciones colectivas en el Estado, desde 1995.
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