Por Pamela Navarro, Directora y fundadora de Atalla Legal.
Estamos viviendo la fiebre del fútbol, Qatar 2022 cada día más emocionante, y en un país futbolero como el Perú, no pasan desapercibidos los partidos y las celebraciones.
Si bien este año por el cambio horario, los partidos suelen ser temprano por las mañanas, esto no evita que nos despertemos temprano, veamos los partidos, celebremos los goles y estemos pendientes de nuestras predicciones y equipos favoritos.
Sin embargo, muchas veces los partidos coinciden con nuestra jornada laboral y algunos trabajadores se ven tentados en estar más atentos a los partidos que al desarrollo de sus actividades laborales. Esta realidad supone una oportunidad para organizar algunas actividades que pueden ayudarnos a mejorar nuestras relaciones laborales. Podemos organizar desayunos previos o durante la jornada de trabajo para ver juntos algunos de los partidos. Dependiendo de las actividades de la empresa, proyectar algunos de los partidos en horario de trabajo u organizar las famosas pollas que nos permiten hacer una proyección de los resultados del torneo. También podemos organizar actividades vinculadas con la vestimenta del personal, alineada a los equipos que disputan partidos, mejores barras entre otros.
Pero si bien esta es una oportunidad de generar acciones que nos ayuden a mejorar nuestras relaciones laborales, es también una coyuntura que puede llevar a que los trabajadores dejen de lado sus obligaciones laborales priorizando los partidos y las celebraciones del Mundial. Y frente a eso, ¿qué podemos hacer?
- Recordarle a los trabajadores el horario de trabajo, la necesidad del cumplimiento de sus funciones con la misma atención, dedicación y compromiso de siempre. No estar enfocado en las labores puede suponer un riesgo para el trabajador y para sus compañeros.
- Mantener una comunicación fluida con los trabajadores a fin de prevenir cualquier situación que pueda suponer un riesgo para la operación, para los trabajadores o un incumplimiento de las obligaciones laborales.
- Establecer una política de permisos, compensables o toma de días a cuenta de vacaciones o flexibilidad en el horario de ser posible. Esto deberá ser comunicado de forma oportuna para que los trabajadores puedan acogerse a alguno de estos beneficios.
Y si, aun así, los trabajadores faltan o incumplen con sus obligaciones laborales, aplicar las medidas disciplinarias que resulten necesarias.
Debemos dejar de ver a la disciplina laboral como algo negativo y empezar a verla como una posibilidad de mejora.
La aplicación de medidas disciplinarias debe efectuarse teniendo en cuenta el principio de la proporcionalidad, es decir la sanción aplicable debe ser proporcional con la falta cometida y con los antecedentes del trabajador.
Sin lugar a dudas esta es una etapa que, si buen puede llevarnos a muchas celebraciones, también puede llevarnos a la aplicación de medidas disciplinarias en el supuesto que los trabajadores incumplan con sus obligaciones laborales. Lo mejor que podemos hacer, es mantener una política de comunicación abierta, recordándole a los trabajadores las políticas laborales y los compromisos asumidos por cada uno de ellos; y si de manera adicional podemos utilizar esta etapa para mejorar nuestras relaciones laborales, no dejemos pasar la oportunidad.
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