Oscar Osorio
Director / Life Coach Perú
Una brillante profesional cuyo novio de hace 5 años no se anima a casarse, un empresario con problemas de pareja, un gerente de una empresa que trabaja a diario hasta las 9 p.m. y no tiene ni amistades ni vida social pues ya nadie lo llama, un profesional muy calificado que perdió el trabajo, un empresario cuyo hijo mayor es muy rebelde y no sabe como manejar la situación, una exitosa ejecutiva cuyo hija no se decide qué estudiar en la universidad, un joven ejecutivo recién ascendido que técnicamente es brillante pero le falta dotes de líder, un brillante egresado de una prestigiosa universidad que no sabe como empezar su vida laboral, un alumno de maestría que recibe la más alta preparación académica pero le falta complementar esa educación con habilidades directivas, un gerente de ventas cuyo estilo de liderazgo no es el mejor, un equipo de ventas desmotivado, un joven prospecto ejecutivo que carece de experiencia para saber manejarse con otros altos ejecutivos, un exitoso country manager que ya se cansó de vivir una vida de juergas y quiere iniciar una vida de pareja, un exitoso empresario que gestiona muy bien su empresa pero a duras penas recuerda el nombre del mejor amigo de su hijo o no sabe cómo se divierte su hija, un empresario autosuficiente y por lo tanto “todista” en su empresa en crecimiento, un profesional de primera que no puede evitar salir del trabajo antes de las 8 p.m. y prender su laptop “sólo para leer mails” los fines de semana, una madre de familia y esposa que ejerció esa labor durante 20 años y que ahora desea cambiar su estilo de vida, alguien muy exitoso en la vida pero que busca ser aun más exitoso……y otras 500 situaciones adicionales.
Leyendo estas líneas, tal vez parezca que el coaching no tiene aplicaciones y beneficios importantes para las organizaciones, y que está limitado a procesos para personas individuales que buscan algo distinto para mejorar su calidad de vida.
Sin embargo, es importante recordar algo: LAS ORGANIZACIONES SE FORMAN CON PERSONAS y las personas no sólo son profesionales, sino también padres, hijos, parejas, amigos, miembros de clubes, etc. Por tanto, es altamente probable que una persona exitosa sea un colaborador o ejecutivo exitoso, pero muy poco posible que una persona poco feliz sea exitoso profesionalmente. Por ello, incluso los procesos de Coaching Organizacional, también conocido como Empresarial o Corporativo está basado en procesos individuales de coaching pues de otra manera no tiene un impacto importante en las personas. Considerar que un workshop, un taller o un seminario es coaching es perder la esencia de la personalización y el compromiso de la sociedad coach-coachee que se da sólo en un proceso personal. Los talleres, workshops, seminarios pueden ser complementarios a los procesos individuales, mas no pretender llamarse coaching.
En general, un proceso de coaching busca dos grandes metas:
1. Trazar un plan de vida, conformado por un grupo de objetivos identificados y priorizados, y que podrían estar relacionados con cualquiera de las facetas de nuestra vida ; profesional/laboral, amistades, familia, círculo social y el propio yo
2. Generar compromisos personales con ajustes o cambios en nuestros estilos y estrategias de vida, en palabras fáciles, en nuestra forma de ser.
3. Generar lazos de interrelación entre los objetivos personales y los objetivos y metas organizacionales, para el caso del coaching empresarial.
Pero mas allá de los claros beneficios que un proceso de coaching genera en las personas, los beneficios más importantes para las organizaciones son los siguientes:
1. Contar con personas no sólo profesionalmente preparadas sino con personas con una alta calidad de vida y homogeneidad en todas sus facetas.
2. Establecer un mejor lugar para trabajar, con estilos de liderazgo basados en la confianza y responsabilidad y equipos de trabajo coordinados internamente y trabajando con otros equipos de la organización, más allá de las palabras y frases cliché: líderes y equipos de alto desempeño.
3. Lograr altos niveles de compromiso de las personas con la organización, al sentir el convencimiento que los objetivos personales se encuentran solidamente ligados a los objetivos organizacionales. El colaborador o ejecutivo pensará: por fin entiendo para que trabajo!!, y los accionistas y directores pensarán; por fin se cómo hacer sentir felices a mis colaboradores y ejecutivos!!.