Por Percy Alache – Director del Área Laboral de PwC Perú
Las medidas laborales adoptadas por el gobierno son positivas pero no atacan directamente los problemas centrales del país, como la formalización y las medidas laborales para reactivar la economía.
La informalidad se mantiene en 73% siendo mayor al promedio de Latinoamérica (alrededor del 52%). Las empresas informales tienen una baja productividad (13.2%) versus la economía formal (63.2%); no existen coberturas de salud y de seguridad suficientes y las empresas operan con un bajo índice de suministros básicos (9.2% de luz, 4.2% de agua, 2.5% de desagüe, 0.4% de telefonía fija y 0.3% de internet).
Los niveles más altos de informalidad se registran en Puno y Ayacucho (90%), Amazonas (89%) y Apurímac (88%). Debajo del promedio nacional se ubican las siguientes ciudades: Lima (60%), Moquegua (62%), Ica (63%) y Arequipa (68%).
¿Qué hacer frente a la informalidad?
- Primero: el Estado podría «premiar» a las empresas que pasen a la formalidad convirtiéndolas en sus proveedoras en los proyectos que desarrolla. Por ejemplo, en las obras del plan de reconstrucción post Niño. Asimismo, las empresas formales de mayor trayectoria pueden aligerar sus costos o tener beneficios estatales si contratan con aquellas organizaciones que recién pasen a ser formales.
- Segundo: promover una fiscalización multisectorial en la que participen Sunafil, Sedapal, Sunat, Sunarp y Reniec, acompañados de empresas de telefonía y servicios de energía eléctrica. Un equipo global podría identificar trabajo encubierto con mayor contundencia pero no con la finalidad de sancionar sino de mostrar los beneficios y oportunidades de la formalidad.
- Tercero: fortalecer la infraestructura preventiva de las Mypes contra siniestros. Se puede implementar una red de proveedores de equipamiento debidamente certificados, con alcance nacional y a costos razonables. Otra facilidad sería permitir que las empresas que conviven en un mismo ambiente compartan infraestructura preventiva (es el caso de mercados, galerías, terminales terrestres, entre otros).
Medidas reactivadoras
Entre las medidas laborales para reactivar la economía tenemos los siguientes proyectos: ceses colectivos, nueva escala de multas Sunafil, ley del empleo juvenil, seguro de desempleo y la igualdad de género.
- La propuesta de ceses colectivos está planteada para situaciones de crisis económico-financiera (debidamente documentada) y se prevé una compensación al trabajador de 0.75 sueldos por año con el tope de 4.5 sueldos.
- La escala de multas de Sunafil debe incorporar como indicador el volumen de venta o facturación de una empresa para que la sanción sea personalizada.
- La propuesta de empleo juvenil no resulta atractiva ni para los jóvenes ni para los empleadores. Los jóvenes buscan aprender, tener formación constante y realizar sus actividades en ambientes seguros. El proyecto debe considerar incentivos para que los empleadores inviertan en ello.
- El seguro de desempleo no debe reemplazar ni recortar beneficios actuales. Una opción sería considerarlo como atractivo inicial para la lucha contra la informalidad.
- Por último, es necesario continuar las garantías por preservar la igualdad de género y sancionar toda forma de discriminación. Se debe remover/sancionar todo obstáculo en la contratación y desvinculación de las mujeres; reducir la marcada brecha salarial y promover el acceso de las mujeres a empleos de mayor productividad (incluyendo emprendimientos propios).
En síntesis, la agenda del gobierno deberá atacar situaciones centrales que nos permitan reactivar la economía nacional; generar una mejor impresión a nivel internacional para atraer inversiones y, sobre todo, reducir los índices de informalidad y así mejorar los perfiles de nuestro mercado laboral.
¿Qué expectativas tiene usted del mensaje presidencial respecto al tema laboral?
Fuente: Conexión Esan