Por Enrique Rispa Ramírez (Perú) – Presidente de la Asociación Juvenil Generando Sonrisas y Gerente General de Proyectos Lead. Contacto: erispa@ajgenerandosonrisas.org
La Oficina Internacional del Trabajo (OIT), en su libro “Discapacidad en el lugar de trabajo: Prácticas de las empresas” como parte de la viabilidad comercial de contratar Personas con discapacidad (PCD), señala las siguientes ventajas:
Muchos casos dan cuenta de un nivel de productividad comparable, tasas de accidentes más bajas y tasas superiores de conservación del empleo entre los empleados con discapacidad con respecto al personal general de una empresa.
Las PCD representan una fuente de habilidades y talento sin explotar, que incluye habilidades técnicas si tienen acceso a la formación, y la capacidad de resolver problemas que transfieren desde su vida cotidiana. Las PCD, sus familias y sus amigos integran un segmento del mercado que frecuentemente se pasa por alto.
Contratar a PCD puede contribuir a la diversidad, la creatividad y la moral general del lugar de trabajo, así como reforzar la imagen de la empresa entre su personal, la comunidad y sus clientes.
Así mismo, la OIT, en su artículo web “Por qué contratar a personas con discapacidad” (http://www.empresainclusiva.cl/empresa-inclusiva/inspiraciones/articulos/), señala que genera un impacto positivo en los siguientes puntos:
- Mejora el clima laboral.
- Promueve el trabajo en equipo.
- Sensibiliza al resto de personal.
- Disminuye el ausentismo laboral.
- Genera un mayor compromiso.
- Trabajadores eficientes en actividades específicas.
- Mejora la reputación corporativa.
De otro lado, en cuanto a la experiencia que hemos obtenido asesorando diferentes organizaciones en los procesos de inclusión laboral de PCD, al recibir retroalimentación de ellos, podemos agregar lo siguiente:
- Ayuda a mejorar las habilidades gerenciales de los jefes directos.
- Promueve la innovación y creatividad.
- Genera integración.
De por sí la discapacidad presenta una serie de dificultades para la persona en cuanto a sus actividades cotidianas; y sobre eso debe batallar para conseguir espacios de desarrollo personal y profesional en la sociedad, a pesar que por ley, le corresponde, como ser humano.
Bajo este contexto, las PCD se enfrentan a la sociedad, pues están muy enfocadas en demostrar sus capacidades por sobre sus limitaciones. Son personas que han desarrollado resiliencia, la cual cada día se valora más en las organizaciones.
Estas capacidades, sumadas a las habilidades sociales desarrolladas, las van a poner en práctica en sus centros de trabajo. Lo que es mejor aún, se vuelven ejemplo de esfuerzo y dedicación para sus compañeros de trabajo pues van a ver que a pesar de esas limitaciones, puede cumplir con su labor igual o mejor que el resto.
Va a poner a prueba y exigir a sus superiores que encuentren formas distintas y creativas tanto para comunicarse como para dirigirlos. Contagian en toda la organización esta fortaleza interna, empapando al clima organizacional de una cuota importante de compromiso y búsqueda de logro de objetivos.
Por tanto, no podemos seguir negando el impacto positivo que trae a la organización el contratar PCD, siempre y cuando se realice desde un cambio cultural profundo, con el compromiso de toda la organización por crear una cultura inclusiva, tolerante e igualitaria para todos.
Lee aquí “Discapacidad en el lugar de trabajo: Prácticas de las empresas. (OIT): http://www.ilo.org/public/spanish/dialogue/actemp/downloads/publications/working_paper_n3_sp.pdf
