Cielo e Infierno en Las Malvinas: Reflexiones para una gestión más humana en las organizaciones

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Por Silvia Carrillo – Directora General de Eco Consultores

“Almorzaba dentro del contenedor, encerrado¨ le contaba Jorge Luis a su mamá alguna vez. Todo sea por ganar los 50, máximo 100 soles semanales que el dueño le pagaba mientras echaba llave a sus sueños cada día.

“Nico eres un héroe, espero de corazón que Dios te proteja siempre en esta labor tan linda y a la vez tan peligrosa, ¡Te amo rey y sé que todos ustedes los bomberos arriesgan sus vidas por otros! ¡No te quiero perder Nico! Cuídate mucho y esto va para todos los bomberos luchadores¨ decía con la mano en el corazón Ale Bedón mamá de uno de los 300 bomberos que lucharon 5 días contra el incendio más grande de los últimos 40 años en Lima.
 
Estos últimos días estuvimos expuestos a testimonios y voces tan diferentes producto de un mismo suceso: el terrible incendio en Las Malvinas. Vivimos en una sociedad de grandes contrastes. Por un lado, familiares clamando de manera desgarradora por la vida de sus seres queridos expuestos a una explotación laboral que les costó la vida. Por otro lado, las voces de aprecio dirigidas a los valientes bomberos, venidos de varias partes del país, que arriesgan su vida por otros.
 
El episodio de Las Malvinas nos motiva a mirar con detenimiento las dinámicas de nuestras organizaciones. ¿Son nuestros espacios laborales lugares donde estamos dignificando a nuestros colaboradores, no sólo por el aporte laboral sino también por su condición humana? ¿Cuántos dirigentes o gerentes generales de compañías quizá todavía llevan consigo cierta visión de explotación o poca consideración para quienes trabajan en sus organizaciones?
 
Como diría el conocido economista Premio Nobel Manfred Max-Neef, en su obra: La Economía Descalza: Señales desde el mundo invisible, “Esta gente que integra las filas de aquellos «invisibles» a los ojos de la historia es, paradójicamente, la misma gente que ha hecho posible la historia «visible». Es fácil transferir esta premisa al mundo organizacional con colaboradores que no son escuchados; que no reciben valoración y reconocimiento; que son excluidos o que no reciben el debido acompañamiento en su desarrollo. Episodios como estos nos recuerdan que nuestras organizaciones están ávidas no sólo de un desarrollo económico sino también de un verdadero “desarrollo a escala humana”.
 
En contraste vemos cómo, en medio de esta tragedia, emergen héroes que nos recuerdan valores transcendentales como la solidaridad, compasión, espíritu de servicio. Ellos, nuestros bomberos que dan su vida por otros a cambio de nada más que su pasión por servir y ayudar a quienes lo necesita.
 
En el ámbito organizacional cada vez se hacen más necesarios líderes con espíritu de bomberos. Líderes que sepan realmente valorar y entender las necesidades de sus colaboradores y que dignifiquen su labor generando reconocimiento, apoyando su crecimiento y realización. Líderes con capacidad de distinguir y reconocer el aporte que cada persona genera a su empresa y conscientes que el progreso es gracias al aporte de cada miembro del equipo.
 
La economía y organizaciones con enfoque a escala humana es un retorno a la sensatez y al sentido común. Es una mirada que reconoce que el desarrollo tiene que ver con las personas y no con objetos. Bienvenidas las organizaciones guiadas por este espíritu. ¡El cielo y la gloria para aquellos que, como los bomberos, reconocen que el verdadero progreso viene de un verdadero compromiso por el bien común!
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