Por Alicia Sánchez – Directora de RRHH de Altran.
Inmediatez, flexibilidad, capacidad de aprendizaje y de adaptación al entorno son algunas de las habilidades digitales que demanda el mercado actual.
Ahora se busca un nuevo perfil profesional, del que se requiere, entre otras habilidades, mente abierta, con inclinación creativa, que sea competente tecnológicamente, amante de los desafíos, respetuoso, socialmente comprometido con las causas de otros y con una alta tolerancia a la frustración.
En este último aspecto es muy relevante ver cómo las personas tienen capacidad de aprender y desaprender, y reaprender, y cómo buscan salidas ante los desafíos e incluso los pequeños fracasos, todo lo demás se desarrolla con mucha más facilidad.
Por ello, la transformación digital está afectando a todos los sectores, en mayor o menor medida, y por muy diversos que sean. Aunque quizá se podría destacar entre los más exigentes y con una mayor demanda de estos nuevos perfiles aquellos que están relacionados con el mundo de servicios financieros, el turismo, así como la automoción, las telecomunicaciones.
Por supuesto, ante tal escenario, las compañías utilizamos diversas herramientas para identificar estas habilidades, en la entrevista se exploran a través de preguntas que inciden en cómo la persona se enfrenta a determinadas situaciones que tienen que ver con lo señalado anteriormente, remarcando cómo era la situación y cómo se resolvió. Es por tanto una entrevista no basada sólo en una “historia curricular” sino en saber responder a “casos” y a “cómo se han resuelto”.
Otra herramienta cada vez más común en el proceso de selección son las dinámicas de grupo en donde ante una situación simulada se observan en vivo y directo cómo se producen los comportamientos individuales y grupales relacionados con esas competencias.
Además, y en muchas ocasiones, también se utilizan cuestionarios basados en conductas y actitudes, que se realizan online, y que de una manera rápida permiten extraer un perfil competencial de tendencias en el individuo. Por todo ello, creo que el candidato se ha de “vender” con lo que es, con la verdad y enfrentándose a situaciones simuladas de la vida profesional que permita analizar signos de que esas competencias existen.
Hoy día, el peso de estas habilidades es un 100% clave en el desarrollo profesional y así lo comentamos en los colegios y en las universidades para que no descuiden el entrenamiento y desarrollo de las mismas. El conocimiento está al alcance, cada días más paquetizado, se transforma y cambia de manera continua pero las habilidades y competencias tienen que cuidarse y alimentarse a “fuego lento” como lluvia fina para que las personas las tengan casi “de serie”.