¿Conoces la importancia que tiene ocuparse de la salud y alimentación de los trabajadores en el marco laboral?

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Por Luciana Tenreyro (Argentina), Licenciada en Nutrición y Profesora de Educación Física

La alimentación es uno de los factores que  condiciona el desarrollo físico e intelectual de los todos los individuos, también condiciona el estado de salud, el bienestar, el rendimiento y la productividad de las personas.

Se sabe que una persona que está mal alimentada ya sea por déficit o por exceso encontrará dificultades para mejorar su calidad de vida. Esto se debe a que la capacidad de trabajo de cada individuo está  directamente relacionada  a la calidad de su alimentación, e irá descendiendo cuando ésta es deficiente.

Una alimentación monótona, repetitiva o en la que faltan alimentos y nutrientes indispensables para el organismo puede dar lugar a la aparición de determinadas enfermedades y síntomas tanto físicos como  psíquicos. Algunos de estos son: cansancio excesivo, falta de reflejos, somnolencia, apatía, desgano, baja de defensas, baja resistencia, falta de interés por las cosas, sobrepeso, etc.

Las enfermedades más frecuentes que puede causar una alimentación deficiente son: las cardiopatías, los accidentes cerebro vasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas, obesidad, hipertensión arterial, diabetes, entre otras. Existen pruebas científicas concluyentes de que una alimentación saludable y una actividad física adecuada  desempeñan un papel importante en la prevención de estas patologías.

Por todo esto es relevante considerar que, según la OMS (ginebra 2005) la carga de las enfermedades no transmisibles no sólo incide sobre la calidad de vida de las personas afectadas y de sus familias sino también sobre la estructura socio-económica del país.

¿Por qué pueden afectar estos resultados a los trabajadores de una empresa?

Porque hoy en día la mayoría de los individuos enfrentan largas jornadas laborales de 8 a 9 horas diarias, teniendo que dedicarle tiempo a 2 ó 3 de las principales comidas en su lugar de trabajo. Por esto es importante prestar atención a como se alimentan los trabajadores  mientras desempeñan tareas laborales, ya que cualquier tipo de trabajo demanda requerimientos tanto físicos como intelectuales de los mismos.

Breves antecedentes del tema:

El lugar de trabajo está reconocido internacionalmente como un marco adecuado para la promoción de la salud. La importancia de promocionarla en el lugar de trabajo fue tratada en 1950 y posteriormente renovada en 1995 en una sesión conjunta celebrada entre la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud sobre salud ocupacional.

Desde ese momento, organismos internacionales han recomendado extensamente la promoción de la salud en el lugar de trabajo a través de numerosas cartas y declaraciones, como la Carta de Ottawa para el Fomento de la Salud de 1986, entre otras.

Del mismo modo, la Red Europea ha elaborado varias declaraciones en apoyo de la promoción de la salud en el lugar de trabajo, como: la Declaración de Luxemburgo sobre la promoción de la salud en el lugar de trabajo en la Unión Europea.

Mas adelante la OMS y el Foro Económico Mundial organizaron un evento conjunto sobre prevención de las enfermedades no transmisibles en el lugar de trabajo, en el que se abordó, específicamente, el tema de las dietas saludables y la actividad física.

El evento conjunto OMS/Foro Económico Mundial se celebró en Dalian (República Popular de China) del 5 al 6 de septiembre de 2007.

En septiembre del año 2005 La Organización Internacional del trabajo, realiza un informe llamado: “UNA DEFICIENTE ALIMENTACIÓN EN EL TRABAJO AFECTA LA SALUD Y LA PRODUCTIVIDAD” Este informe manifiesta que una mala alimentación en el trabajo representa pérdidas de hasta un 20% en la productividad, ya sea por problemas relacionados con la desnutrición por déficit o por exceso.

Este estudio señala que si se mejoran los hábitos alimentarios en el lugar de trabajo se puede aumentar la tasa de productividad nacional, se pueden prevenir enfermedades crónicas como obesidad. Y que se solo se requiere una pequeña inversión de dinero que se recupera por la disminución de las licencias por enfermedad y la disminución de los accidentes.

Se destaca que:

  • En 2001, enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta causaron 46 por ciento de todas las enfermedades del mundo y 60 por ciento de las muertes.
  • En EE.UU. el costo de la obesidad para las empresas, reflejado en costos de seguros, licencias pagadas y otros, suma 12.700 millones de dólares anuales.
  • En EE.UU. donde dos tercios de la población registra sobrepeso, los costos de atención médica fueron de aproximadamente 51.600 millones de dólares, y la pérdida de productividad es de aproximadamente 3.900 millones de dólares, reflejados en 392 millones de jornadas laborales perdidas, 239 millones de jornadas con actividades restringidas, 89,5 jornadas en cama, y 62,6 millones de visitas médicas.

Señala que la alimentación en el trabajo es considerada como un elemento secundario o como un estorbo por parte de algunos.

Unos de los estudios más recientes fue realizado en el año 2008. La OMS en conjunto con el Foro económico mundial (World Economic Forum) presenta un informe sobre “Prevención de enfermedades crónicas no transmisibles en el lugar de trabajo a través del régimen alimentario y de la actividad física” Luego de aplicar acciones en diversos establecimientos laborales se registraron los siguientes resultados:

  • una reducción media del 27% en las ausencias por enfermedad;
  • una reducción media del 26% en los costos de asistencia sanitaria;
  • una reducción media del 32% en las indemnizaciones por accidente de trabajo y por discapacidad.

Entonces… ¿Cuáles son los beneficios de ocuparse de la salud de los empleados en el marco laboral?

En síntesis podemos decir que:

  • Abordar el régimen alimentario en el contexto del lugar de trabajo puede servir para mejorar la salud de los trabajadores y contribuir a brindar una imagen positiva y humanitaria de la empresa.
  • Otros beneficios que pueden producirse son el aumento de la moral y la productividad del personal, reducción en la rotación del mismo, reducción de las ausencias por enfermedad. Reducción de costos en planes de asistencia sanitaria y en las indemnizaciones por accidente de trabajo y por discapacidad.
  • El lugar de trabajo constituye un contexto favorable para modificar hábitos relacionados con la salud,  debido a la importante proporción de tiempo que pasa en el trabajo la gran mayoría de la población.
  • Actualmente, no existe un conjunto de prácticas óptimas de promoción de la salud que aborden alimentación en la empresa, se necesita más información y casos prácticos de países con ingresos medios y bajos.

Millones de argumentos positivos que traen beneficios tanto para empleados como para empleadores, solo que empecemos a ponerlos en práctica.

Espero que este artículo sea útil para que comencemos a ver la salud y la alimentación como dos pilares que van más allá de algo estético. Además de traer beneficios individuales se favorece la empresa y como dicen estos antecedentes se fortalece la estructura socioeconómica del país.

 
 

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