Por Maria Cecilia Viana Osorio (Colombia) – Consultora certificada por el Servicio Nacional de Aprendizaje – SENA de la República de Colombia
Si usted es de los que piensa que para ser consultor basta con poseer un conocimiento especializado, tener una amplia o mediana experiencia desempeñándose en el mercado laboral, contar con un buen nivel relacional que le permite generar contactos y diseñar una oferta de servicios para un mercado potencial…para usted es este artículo.
Empecemos por establecer que ser consultor requiere mucho más que lo anterior; según el Estudio de Caracterización de la Consultoría Empresarial en Colombia, las cualidades que ha de reunir un consultor se clasifican en 2 amplias categorías:
- CAPACIDADES INTELECTUALES:
Son capacidades básicas del consultor, que le permiten observar objetivamente problemas complejos, actuar como observador activo, descubrir la índole de un problema y determinar la causa raíz del mismo. Para conseguirlo, debe tener un tipo particular de habilidad a fin de efectuar un acertado diagnóstico. Se requiere entonces:
- Percepción, intuición, conocimiento fundamental en las ciencias del comportamiento y en las teorías y métodos de su propia disciplina, imaginación, flexibilidad, creatividad.
- Capacidad para medir, predecir resultados de acuerdo a sus recomendaciones y hacer seguimiento de resultados a partir de su gestión.
- ATRIBUTOS PERSONALES:
Son los atributos que debe exhibir el consultor en el ejercicio de la profesión. Dentro de ellos están:
- Integridad, actitud y comportamiento profesional, interés sincero en ayudar a la organización-cliente, tolerancia a la ambigüedad.
- Objetividad y honestidad, paciencia, alta tolerancia a la frustración, madurez y sentido de la realidad.
- Sentido de oportunidad y actitud para establecer relaciones interpersonales.
La consultoría de empresas se ha concebido como una “profesión” especial que tiene sus propios objetivos, métodos, normas y organización. No es solo una vocación o el compendio de algunas aptitudes. Llegar a ser consultor de empresas supone:
- La adopción de una decisión de vida, mucha reflexión y la valoración objetiva de sus cualidades y aptitudes para esta labor.
- Estudiar las características que convierten a alguien en un candidato adecuado para ser consultor (competencias).
- Estar consciente que, aunque no exista un Modelo Perfecto de consultor, si existen ciertas características que determinan el éxito del consultor y su satisfacción personal.
En la actual consultoría empresarial, existe una marcada tendencia hacia la especialización, que puede observarse en los servicios que prestan las empresas consultoras de todos los tamaños e incluso los consultores independientes. Los clientes se interesan cada vez más por trabajar con aliados o proveedores que no se presentan como expertos universales para resolver problemas empresariales, sino que poseen los conocimientos especializados y la pericia necesaria para resolver rápidamente problemas puntuales.
¿Cuál es la forma más eficaz para perfeccionar un consultor y convertirlo en competente?
- Una característica notable de la profesión de consultor es la extraordinaria gama de personalidades, clientes y temas con los que tiene que tratar al mismo tiempo. Esto implica un aprendizaje continuo. Claro está, algunas personas aprenden más rápido que otras y logran una mayor competencia debido a su talento, dinamismo, base educativa y espíritu de liderazgo.
- Los consultores aprenden sobre todo de la experiencia, de otros consultores, sus superiores y otros miembros de la profesión.
- El aprendizaje en el servicio (en la marcha) es el principal método de aprendizaje para el consultor, es una buena manera de llegar a ser competente; no obstante, por sí solo no basta y debe complementarse con otras posibilidades como la participación regular en procesos de formación, tales como: cursos, seminarios, diplomaturas.
- En la consultoría, la educación permanente es indispensable. Actualmente la mayoría de empresas consultoras mantienen su excelente reputación debido a los esfuerzos constantes por perfeccionar la competencia de su personal, a través de procesos de formación y/o certificación de competencias.
- En países Latinoamericanos como Colombia y México existen normas de competencia laboral para el ejercicio de la consultoría empresarial, enfocadas al desarrollo de 3 grandes actividades: formación, certificación y gestión de talento humano con base en competencias, logrando la cualificación de los consultores y la calidad en el ejercicio de la consultoría.
El futuro de la Consultoría como subsector de servicios está garantizado, gracias a la índole siempre cambiante de la demanda. Para muchos clientes el hecho de contratar una empresa de consultoría o un consultor particular ya no será solo una decisión pragmática para optimizar recursos, sino una necesidad, debido a la complejidad de sus labores y a los avances científicos y tecnológicos que se presentan muy rápidamente. Las empresas consultoras deben estar bien preparadas para afrontar retos ya que el mercado demandante estará cada vez mejor preparado y será más exigente. Ya no le bastará al consultor ser un simple generalista, sino que debe ser integral y competente tanto en conocimientos teórico-prácticos, como en inteligencia emocional y manejo de conflictos.
En Latinoamérica, hay muchos profesionales que ofrecen estos servicios, pero la gran mayoría de ellos, no manejan herramientas y/o metodologías efectivas de intervención en las organizaciones, a pesar de tener alta competencia técnica en diferentes campos de la actividad empresarial y humana. Así que, los consultores enfrentan ahora nuevos retos por la complejidad de los procesos en las organizaciones, ya que las relaciones empresariales son cada vez más profundas y amplias con diferentes actores en muchas partes del mundo; por lo tanto, la interculturalidad empieza a ser un elemento fundamental para la consultoría.
Así mismo, se plantea la necesidad de contar con consultores con nuevos conocimientos, nuevas habilidades y nuevas actitudes, las cuales se deben generar o fortalecer mediante procesos de formación y entrenamiento permanente.
Podemos concluir que, la consultoría empresarial es un sector de servicios profesionales dinámico y rápidamente cambiante. Si los consultores desean ser competentes y útiles para los clientes, deben mantenerse al tanto de las tendencias del mercado, prever cambios que pueden afectar a las empresas de sus clientes y ofrecer asesoramiento que ayude al cliente a lograr y mantener un alto rendimiento en un entorno cada vez más complejo, competitivo y difícil.
Teniendo en cuenta estas apreciaciones, es crucial que se caracterice a la consultoría como un sector de clase mundial y se inicie un proceso de trasformación productiva que lo fortalezca, multiplique su crecimiento y eleve la calidad de sus servicios.