Por Miguel Solano Morales – Gerente general de Merco en el Perú
Supongamos que una persona va al médico y le indica que necesita operarse mañana del corazón llevando resultados de análisis clínicos y riesgo cardíaco del año pasado, y el médico accede y realiza la operación … ¿le parece lógico?
Vamos por partes, lo más probable es que los análisis clínicos y riesgo cardíaco del año pasado estén obsoletos y la realidad de este año sea muy diferente. Se requiere actualizar la información y contar con los mejores análisis para que el médico planifique lo que va a hacer con el paciente y recomiende la mejor estrategia a seguir. Un mal diagnóstico induce a una estrategia y plan incorrectos que no solucionan el problema del paciente.
Las empresas, como los seres humanos, son seres vivos y tiene que cuidar lo más valioso que tienen como en su reputación corporativo. Si comienza a fallar, colapsa la organización. Si estamos de acuerdo con este concepto, entonces:
¿Cómo se construyen planes reputacionales sin analizar el diagnóstico actual de la empresa basándose en data pasada o inconclusa?
¿Cómo se invierte en campañas de comunicación sin revisar las variaciones actuales de los principales indicadores de la reputación por stakeholders?
¿Cómo se define la estrategia de comunicación por stakeholders sin conocer la variación actual de lo más relevante para ellos en su sector?
Implementar una estrategia y plan reputacional sin analizar previamente el diagnóstico más reciente que se tiene es tan peligroso como no hacer un plan. Un plan reputacional es estratégico cuando es diferente y obedece a los objetivos fijados por la empresa, por stakeholders y variables en función a la evaluación del ultimo diagnóstico que se tiene, el monitorear los indicadores nos permite tomar acciones a tiempo y hacer os ajustes necesarios a nuestro plan.
Revisemos anualmente nuestro diagnóstico reputacional para determinar qué ajustes tenemos que hacer a nuestros planes. No todo sigue igual, lo único constante es el cambio.
Elaboremos planes estratégicos reputacionales analizando al detalle nuestro diagnóstico, revisando las variaciones en nuestro sector y total empresas, para determinar cómo podemos diferenciarnos para generar valor en nuestros stakeholders. Parta de un diagnóstico confiable y actualizado para tener realmente un plan estratégico reputacional.
