Por Ivonne Choy, gerente de Gestión Humana en LIMA EXPRESA
Este año, el Día Internacional de la Mujer llegó a nuestras vidas en medio de un contexto completamente diferente a lo que jamás hayamos vivido antes. Una época llena de incertidumbre, inestabilidad, y a estas alturas, agotamiento generalizado. El último año nos ha llenado de desafíos que nos ponen a prueba en todos los aspectos de nuestras vidas.
Este año nos enfrentamos a una fecha que no solo será para conmemorar y hablar sobre lo que se viene en un curso normal de la historia reciente, sino que, nos invita a reflexionar sobre todos los derechos, oportunidades e igualdades que habíamos logrado a lo largo de estas décadas y que, en pocos meses, debido a la pandemia se ha reconfigurado, retrocedido o perdido. Y sobre todo, les pregunto ¿cómo vamos a afrontar esta nueva realidad?, y ¿cuál es el rol de cada uno de nosotros en ello?
En el tema laboral, según datos de la OIT (2019) se estima que por la pandemia en el año 2020 más de 34 millones de empleos se han perdido en América Latina y el Caribe. Asimismo, informes de CEPAL (2021) arrojan que debido a la pandemia se ha generado un retroceso de una década en los niveles de participación laboral de las mujeres en la región. Esta situación puede deberse a muchos motivos, entre los cuales encontramos: i) el rol tradicional que es otorgado a las mujeres sobre el cuidado del hogar, hijos y familiares vulnerables, y ii) el hecho que exista un mayor porcentaje de mujeres realizando trabajos informales lo que al mismo tiempo son más fáciles de eliminar ante situaciones de crisis como la que vivimos. Es decir, en el último año, la brecha que iba achicándose de a poco año a año, se ha incrementado y complejizado, y nos tomará muchísimo tiempo y esfuerzo –nuevamente- volver a retomar el ritmo precedente.
Como mujer, creo firmemente que somos parte de la fuerza laboral de primera línea necesaria para salir de esta pandemia, por ejemplo, casi el 73 % del personal de salud está compuesto por personal femenino que ha hecho frente esta realidad bajo condiciones extremas y desoladoras; recordemos que muchas de ellas tienen varios roles y han tenido que realizarlos en paralelo, como cuidar del hogar, hijos y personas dependientes, ejerciendo al mismo tiempo una labor educativa de prevención. Pero, además, aun sin ser profesional de la salud, frente a este rol tradicional que nos encaja la sociedad dentro de los hogares, somos primera línea en los sistemas de cuidados sanitarios domésticos frente a los contagios. Recordemos que en LIMA EXPRESA representamos el 48 % de la población.
Es una fecha de reflexión para evaluar qué debemos cambiar en nuestra concepción de la vida y de las personas, en nuestros comportamientos y al mismo tiempo en las políticas de todas las empresas para que las diferencias en oportunidades y beneficios entre mujeres y hombres no se hagan más grandes.
Por lo tanto, esta fecha nunca fue tan significativa para mí y para todas las mujeres y hombres de LIMA EXPRESA; para recordarnos el valor de nuestra lucha, el esfuerzo de reducir las brechas, y el reto que aún tenemos pendiente y vigente como empresa y como sociedad.
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