Por Pilar Llácer, profesora y profesional del departamento de carreras profesional de EAE Business School
Las máquinas no nos van a quitar el empleo por mucho que algunos insistan en ello. La irrupción de los robots, los procesos de automatización y la Inteligencia Artificial transforman el empleo e impactan en la forma en que lo realizamos, pero no lo destruyen.
Esta transformación del empleo siempre se ha producido y siempre nos hemos adaptado más rápido de lo que nos hemos dado cuenta. Pero hoy la cuestión es entender que las empresas no sólo necesitan innovación, sino innovación constante y disruptiva, que sorprenda a un público que cada vez es más exigente.
Y para responder a esto y poder hacer cosas diferentes en un mercado altamente competitivo y cambiante, las empresas también van a necesitar profesionales con una formación muy transversal y una capacidad de aprendizaje constante.
Y es que esta transformación del empleo no espera, e incorpora nuevas formas de organización del trabajo que no habíamos visto hasta ahora. Algunas de las nuevas claves han sido recogidas en la última edición del Employment Report de EAE Business School.
Las cinco imprescindibles son:
- Caminar hacia una organización más eficiente. El esquema tradicional de organización por departamentos va a ser superado por una organización que trabaje por proyectos y permitan adaptarse a una experiencia para con el cliente con un enfoque más personalizado y más integral.
- Nuevos equipos, que ven y van más allá. Las empresas quieren cada vez más, tener equipos muy motivados que aporten valor y no solo en su área de especialización.
- Un nuevo método de trabajo. Se trabajará bajo metodologías de trabajo innovadoras que priorizan la agilidad y la flexibilidad.
- Nuevas competencias como la capacidad de impactar o la ética. Las empresas necesitan profesionales con valores a lo largo de toda la cadena de valor y que no repliquen un sistema de desigualdades. Quien diseña un algoritmo tiene que trabajar en un equipo multidisciplinar y ético.
- Un nuevo estilo de liderazgo en las organizaciones que sea ejemplar, digital e inspirador, adaptado a todas las generaciones que conviven en una empresa y con una gran dosis de ética e impacto social.
Es imposible saber cuántos puestos de trabajo se van a destruir, ni cuántos puestos de trabajo se van a crear, pero ante la realidad de la transformación del empleo, hemos de considerar dos certezas: la responsabilidad de todas las entidades educativas en formar profesionales con gran capacidad para el cambio y que las competencias van a determinar nuestra empleabilidad.
Porque los conocimientos cambian y nuestra capacidad de aprendizaje hará que nos adaptemos con rapidez. Las personas deberán desarrollar nuevas habilidades, reaprender y volver a formarse de nuevo. También deberán aprender a vivir en la incertidumbre, y acostumbrarse a cambiar al menos 16 veces de trabajo durante el tiempo de su vida laboral.
Al final, la tecnología, el impacto del cambio climático y el incremento de la expectativa de vida, abren para los jóvenes un horizonte de nuevos empleos que necesitarán un talento basado en competencias diferentes y en un conocimiento que se renueva de forma constante. Porque hoy el trabajo no se destruye, se transforma.