El futuro de los empleos y las necesidades de las organizaciones

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Por Miko Barandiarán Misic – Gerente General de CRBM Consulting, empresa dedicada a la promoción y desarrollo del capital humano. (ww.crbmconsulting.com)

Mucho se ha hablado del impacto que tienen los cambios tecnológicos en el empleo, los perfiles de puestos y las necesidades organizacionales en cuanto a profesionales se refieren.

De hecho, algunos estudios han asegurado que hay áreas de las organizaciones que están destinadas a desaparecer y otras a surgir de manera relevante para formar parte importante de sus estructuras organizacionales.

Las tecnologías y sus aplicaciones, han dado paso a reestructuraciones importantes en las empresas, tratando de alcanzar a pasos agigantados las nuevas tendencias del mercado. Es por ello que debemos también analizar los métodos que se utilizan actualmente para atraer el talento a las organizaciones, para evaluarlos y para integrarlos a sus actividades dentro de cada institución, pues como podemos deducir, todo lo anterior también necesitará una renovación.

Entonces ¿Cuáles son los retos que tenemos en los próximos años? ¿Qué herramientas estamos gestionando desde ahora para ello?

Las organizaciones innovadoras han modificado también sus esquemas de capacitación, buscando talentos pasivos que puedan enriquecer dentro de la misma empresa y con ello resolver la temática de las nuevas necesidades dentro del contexto de las tecnologías.

Hoy en día existen cada vez más herramientas que han remplazado poco a poco el trabajo humano, lo que indudablemente en un futuro no muy lejano, será más evidente. Por tal motivo, aquellas organizaciones que prevén dichos cambios, están atentas a las necesidades de su personal, tanto para capacitarlos en el uso y utilización de dichas nuevas herramientas, como para brindarles también los conocimientos necesarios para adaptar aquellos puestos que han quedado con actividades obsoletas.

Analizando aún más profundamente este tema, las mismas universidades han empezado a modificar sus ofertas académicas, implementando con ello la facilidad que tendrían las nuevas generaciones en adaptarse o ser creadores de nuevas estrategias empresariales.

En varias partes del mundo se ha analizado la posibilidad de ampliar la modalidad del trabajo desde casa, argumentando una menor inversión de parte de las organizaciones en el mantenimiento de los espacios laborales. Aunque esto aún está por definirse, es un hecho que ha aumentado considerablemente la cantidad de personas que trabajan como asesores o empleados externos en las empresas.

Esto nos lleva nuevamente a redefinir nuestras técnicas de reclutamiento y selección, pues la autogestión del tiempo y las actividades es una habilidad muy valiosa que necesitamos en nuestros futuros candidatos. Las empresas entonces necesitan personas que trabajen más por objetivos y menos por cumplir solo un horario laboral. Que establezcan metas y las alcancen y que puedan aportar cambios significativos sin la necesidad de cubrir una jornada especifica dentro de una oficina.

Obviamente, este cambio no aplica para todas las empresas, pero no podemos negar que cada día son más las organizaciones que establecen la mayor parte de sus actividades por vía remota; para tener un ejemplo de ello, basta con observar la gran cantidad de establecimientos que han organizado su operación para manejar ventas en línea o para vender servicios virtuales.

Los nuevos retos deben de apasionarnos, pues significan reestructurar la modalidad que tenemos para atraer el talento y sobre todo, hacer que permanezca dentro de nuestra organización. Las oportunidades laborales con estas nuevas modalidades se han internacionalizado, pues ahora muchos candidatos ideales para ciertos puestos, tienen la posibilidad de trabajar en una empresa de otro país por vía remota.

El acceso al aprendizaje de nuevos idiomas en nuestros colaboradores, es también indispensable, pues al abrir las fronteras laborales que antes existían, es necesario contar con las herramientas adecuadas para poder comunicarse.

Con todo lo anterior, también debemos pensar en que las mismas organizaciones internacionales pueden tener mayor sinergia, aprendiendo y colaborando unas con otras para lograr un mayor crecimiento y productividad.

Las tecnologías y las reestructuraciones organizacionales, lejos de afectarnos nos benefician, sin embargo implican un compromiso sincero de nuestra parte para lograr ser eficaces y eficientes en cada uno de los pasos que damos en dichos cambios. Ya no podemos mirar hacia otro lado y pensar que todo sigue un curso normal, pues lo que antes era parte solo de la ficción y las historias de cine, ahora han alcanzado el ambiente laboral y organizacional, impulsándolo en gran medida para tomar acciones necesarias en las nuevas necesidades de las organizaciones.

Hoy en día, una empresa que no tiene reconocimiento y presencia en el mundo de la web, es una institución que prácticamente no existe, de ahí que nos encontramos con nuevos puestos en las organizaciones dedicados íntegramente a esta tarea. Sin embargo, no solo podemos ser parte de estos cambios, sino trabajar de una manera innovadora para inclusive proponer muchos más y con lo anterior enriquecer el mundo laboral en el que todos nos relacionamos.

Un futuro sin fronteras laborales, un espacio de relaciones enriquecedoras.

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