El Outplacement como Oportunidad

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Por Luis La Madrid
Partner HR Latam y CEO

Hasta la década de los setenta, las personas que superaban los 23 a 24 años se esmeraban en obtener un empleo acorde con su capacidad e intereses, pero también pensando en lo lucrativo que podría representar incorporarse a una empresa importante y desarrollar una carrera para los siguientes 30 a 40 años. Los objetivos se centraban en ascender y ocupar cargos de mayor responsabilidad y esperar un retiro provechoso a los 65 años, a fin de disponer de tiempo suficiente para disfrutar de los nietos y de otros placeres propios de los jubilados. 


En la década de los noventa el mundo cambia radicalmente como consecuencia del avance tecnológico y la globalización, lo que reduce drásticamente el espectro de los mercados, apareciendo los denominados “mercados emergentes” y creándose nuevas formas de hacer negocios. La capacitación se vuelve una herramienta de uso permanente y proliferan las Maestrías como paso indispensable para la búsqueda de un empleo mejor. Las empresas empiezan a efectuar cambios más drásticos para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado mundial, con los consecuentes cambios en los equipos de trabajadores de todos los niveles. Los ejecutivos y profesionales se ven por primera vez ante el riesgo de perder sus puestos por razones ajenas a su capacidad y, previendo problemas mayores, buscan nuevas oportunidades laborales para seguir desarrollándose. El tiempo de permanencia en una misma empresa ha pasado de 30 años en los setenta a menos de cuatro años como estándar hoy. 

Es en este contexto que la palabra “outplacement” cobra mayor importancia, ya que no solo se orienta hacia quienes se quedan sin empleo para ayudarlos a re-insertarse en un mercado cada vez más competitivo, sino que se centra también en quienes piensan efectuar cambios de empresa o sienten la necesidad de aprender a ser “empleables”. El objetivo de trabajar hasta los 65 años para jubilarse tiende a desaparecer y en su lugar emerge la necesidad de seguir activo por plazos mayores, ya sea por necesidad o porque simplemente la sensación de mantenerse competitivos impulsa a las personas a seguir buscando oportunidades laborales. La experiencia es sin duda un valor agregado si es entendida no como el tiempo en que una persona permanece trabajando sino como la acumulación de capacidades, conocimientos y vivencias variadas que las enriquecen  las  mantiene “al día” en cualquier actividad empresarial.


Quienes ofrecemos outplacement hoy en día lo hacemos con la firme convicción de apoyar a las personas que quieren efectuar cambios importantes en sus vidas para sentirse mejor, para tener mayor seguridad emocional y además para construir un futuro más sólido, sabiendo que dependerá de su propia decisión asegurar un legado para si mismo y para sus descendientes. No hay que esperar a quedar desempleado para buscar ayuda a través del outplacement; nuestra adaptación a un mundo distinto así lo exige. 

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