El poder de un grupo de interés o círculo de confianza

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Por Carlos Llaque – CEO de B&T 

En algunos meses cumplirá una década mi Círculo de Cine, un pequeño grupo de amigos, aficionados al cine, que disciplinadamente nos reunimos dos veces al mes para compartir nuestros gustos, aprender sobre este arte y discutir las temáticas infinitas que el buen cine puede ofrecer. Más allá del aprendizaje que se produce en torno a esta materia, el intercambio generado nos enriquece tremendamente como personas.

¿Qué es lo que hace que este espacio resulte tan provechoso, que esperemos con ansias cada reunión y que despierte sentimientos tan positivos y gratificantes como los de seguridad, sinceridad, soporte, intimidad?

Se trata de un Círculo de Confianza, una pequeña comunidad que comparte un interés mejor aun, una pasión, y en la que se han desarrollado espacios estructurados, cierto nivel de organización, códigos propios y una dinámica preestablecida, que sin duda tienen un impacto positivo en las vidas de sus miembros.

Efectivamente, estos espacios tienen la capacidad de impactar profundamente en nuestras vidas personales y profesionales, así como de transformar personas, familias, equipos, organizaciones y comunidades.

Parker J. Palmer define los Círculos de Confianza™ como “espacios y procesos de esclarecimiento, reflexión, recapacitación y exploración compartida, mediante experiencias y eventos que permiten a sus miembros nutrirse de manera integral y estar más preparados para afrontar los retos de la vida”.

Yo los defino como una metodología de relacionamiento entre personas con objetivos o intereses en común, con fines tan variados como pueden ser: aprendizaje, intercambio, networking, cultivar o practicar un hobby, gestionar proyectos, construir o afianzar relaciones comerciales.

Esta metodología cuenta con una estructura organizativa así como con principios y reglas que deben ser observados con rigurosidad para un adecuado funcionamiento.

Dependiendo de los objetivos del grupo, algunos principios y reglas fundamentales suelen ser:

  • Cada grupo es conducido por una persona preparada para cumplir ese rol, quien facilita y monitorea los procesos de discusión, discernimiento, análisis, comprensión, selección de posibilidades ante algún dilema, etc.
  • Se aplican principios fundamentales del coaching, como estar libres de juicios externos y resistir la tentación de aconsejar o corregir a los otros. En vez de eso, se formulan preguntas honestas, abiertas y sin prejuicios que nos ayudan a escucharnos a profundidad.
  • Se utilizan elementos que apelan al mundo emocional de los participantes, tales como música, literatura, arte en general, deportes y otras disciplinas que sean de interés común, ya sea como medio de sensibilización y construcción de confianza, o como un fin en sí mismo (cultivar la disciplina o el conocimiento de la misma).
  • La disciplina y el compromiso son cimientos de esta metodología. Se promueve y practica el respeto mutuo y al cumplimiento de las reglas establecidas.
  • Respeto a la confidencialidad. Lo que se discute y presenta en cada grupo, queda en el grupo y, en algunos casos, se evita retomar los temas o las discusiones en las sesiones posteriores.

Es también importante que exista una percepción de relativa “paridad” entre los miembros del grupo. Esto contribuirá con un intercambio saludable y maduro que permita construir lazos de confianza y fortalecer los sentimientos de pertenencia.

La confianza se construye sobre dos bases: la experiencia y la percepción de riesgo con relación a otras personas. Esta metodología acelera los procesos que acrecientan las experiencias y disminuyen la percepción de riesgo.

Está demostrado que las relaciones dignas de confianza son la base de un liderazgo efectivo, de relaciones comerciales y sociales sólidas y duraderas, y también de procesos de aprendizaje eficaz en los adultos.

En el mundo de los negocios y las organizaciones, los Círculos de Calidad introducidos en los años sesenta por Kaoru Ishikawa, que contemplaban la dirección participativa y la mejora continua como filosofías de trabajo, ya aplicaban una metodología con similares componentes.

Actualmente, esta metodología viene siendo implementada con éxito en nuestro medio por marcas internacionales como Vistage o Renaissance Executive Forums que trabajan con CEOs para enfrentar el fenómeno de la “soledad en la cima”, o BNI para generar negocios y sinergias comerciales.

Las aplicaciones de esta metodología tienen un infinito potencial en el mundo empresarial, institucional y social. Han llegado para quedarse y cada vez más podremos ser testigos o protagonistas de su poder.

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