Por Lucas Reaño (Perú), Director Lee Hecht Harrison DBM Perú
Me aburrí de mi trabajo, ya no aprendo nada, llegué a mi techo, no soporto a mi jefe, quiero cambiar de área, expresiones como éstas y muchas otras similares, suelo escuchar en mis reuniones de asesoría de carrera con ejecutivos de distinto nivel. Aunque esté demás decirlo y como podrán suponer, todas estas expresiones van acompañadas de un estado de ánimo bajo y energía muy limitada.
Generalmente lo primero que suelo preguntarles es: ¿qué quieres hacer?, ¿a dónde quieres ir? y las respuestas varían desde no lo sé, no lo he pensado, he venido para que me ayuden, quiero mejorar mi currículum, quiero ser gerente y realmente son muy pocos, los que tienen un enfoque claro de cuál será su próximo paso en la administración de su carrera.
El primer grupo, el que ni siquiera lo ha pensado y además trae un desánimo muy marcado, es el que requiere una atención más urgente, porque es muy probable que pronto estén desempleados. ¿Por qué crees qué has llegado a este punto?, resulta una pregunta natural y muchas veces encuentro una respuesta rápida – Es que ya tengo un año en el puesto y sigo haciendo lo mismo – ¿Es fácil tu trabajo?, le repregunto – Ahora lo domino y me sobra tiempo – ¿Y por qué no haces más cosas? – Es que mi Jefe no me considera para otras funciones- ¿Por qué no pides?, ¿por qué no hablas con tu jefe?, ¿por qué no ofreces tu ayuda a otros compañeros, a otras áreas?, ¿por qué no demuestras que eres una persona valiosa?
A estas alturas de la conversación la cara de las personas empiezan a cambiar y a aceptar que pueden ser gran parte del problema y que la solución podría estar en sus manos. En estos momentos aprovecho para pedirles algo – ¿Podrías recordar el mejor momento por el cual pasaste en tu empresa y asumir el estado de ánimo de ese momento?, sería bueno que todos vean en la empresa a esa persona alegre, colaboradora y entusiasta que conocieron.
Es muy probable que las cosas empiecen a cambiar y descubras que aún hay mucho por hacer allí. Si no fuera así, sigue entusiasmado, porque si de todas maneras quisieras salir a explorar el mercado, necesitarás proyectar éxito y no derrota, entusiasmo y no falta de energía. Estos factores emocionales son fundamentales para el éxito en la carrera y debemos darle suma importancia. Un estudio de investigación realizada en el Center for Creative Leadership, concluyó en que las carreras se descarrilan en 75% por razones emocionales y en 25% por otras razones.
Asimismo para los que piensan que solo necesitan un buen currículum para cambiar de empleo, es necesario hacerles notar que el CV sirve para que los convoquen, pero lo que define la contratación es la energía, la actitud, el entusiasmo y el convencimiento del beneficio que aportaría a la empresa que los contrate, una oferta de valor clara, concluyente y fácil de demostrar con sus logros profesionales pasados. Hay muchos profesionales que también esperan ser promovidos a un cargo gerencial, pero no demuestran su capacidad, ni con su oferta de valor, ni con su contribución económica y menos con una motivación que lo ayude a desarrollar su marketing personal dentro de su propia organización. Si queremos que nos vean como gerentes, tenemos que pensar y actuar como gerentes.
Hay otro grupo de profesionales, el de los que piensa que no necesitan apoyo para el manejo de su carrera, ellos lo pueden todo, ya que están dominados por su soberbia. Estas personas descarrilan su carrera continuamente y constituyen un problema muy difícil de resolver.
Inés Temple, en su libro USTED S.A mencionó “Nadie quiere trabajar con gente soberbia, arrogante, conflictiva, amargada o resentida, por más grados académicos o experiencia que tenga”. Si bien tenemos que apoyar a los trabajadores, ejecutivos o no, a desarrollar su función con una actitud sumamente profesional y personal, es verdad también que a quienes les toca la tarea de liderar esas personas, tienen que hacerlo considerándolos, alentándolos y ayudándolos a desarrollar sus capacidades, para lo cual muchas veces solo se requiere brindar confianza y credibilidad.
Según Heskett, et al The Service Profit Chain, indicó “En el tiempo, cada aumento del 5% en la confianza o lealtad está vinculado a un aumento de la rentabilidad de 25% a 85%”. El manejo de la carrera profesional exige una preparación, como lo hacen quienes deciden ser pilotos de su destino laborar, ¡anímate y prepárate para hacerlo!